La semana pasada se casó por civil y ahora en pleno fin de Semana Santa hará la ceremonia por iglesia, el sábado 31 de marzo. La gran incógnita del mundo de la farándula es si Diego Maradona llegará para ingresar del brazo de su hija mayor, Dalma, y la acompaña hasta el altar para depositarla en brazos de su flamante marido, Andrés Caldarelli.
Más que hablar de su casamiento, Dalma prácticamente tiene que salir a desmentir versiones de que su padre no llegará a tiempo a su fiesta: “Llega el viernes 30 de marzo. Es mentira que elegí una fecha en la que él no podía estar. Cuando yo viajé le comenté las dos fechas (por el casamiento civil y por Iglesia”.
Primero el rumor del faltazo se debía a los habituales problemas familiares, la pareja del ex crack Rocío Oliva no se habla con ninguna de las hijas mayores de Maradona y ahora se suman los compromisos de él en Medio Oriente como director técnico de un equipo que el mismo 31 de marzo pelea por no bajar al descenso.
Este lunes el abogado de Maradona, Matías Morla, personaje no querido por las hijas de su defendido, le dijo a Marina Calabró (Intrusos, América) que “Diego para esa fecha tiene un compromiso laboral. No creo que pueda llegar para el casamiento”.
Dalma ante las cámaras de Los Angeles de la Mañana (El Trece) y ya relajada del festejo íntimo del casamiento por civil que se llevó a cabo en un complejo de edificios de lujo en Vicente López, una vez más retrucó a al abogado de su padre: “El ya sabía. Cuando yo viajé, le conté las fechas y dijo que estaba todo bien. El no podía pedir los dos partidos, me dijo que podía pedir uno solo. El sabía que tenía que elegir una de las dos fechas y quedamos que prefería el 31”, explicó la actriz.
La hija del futbolista agregó: “Yo creo que él me va a llevar al altar. Yo hablo con él y listo, por más que todos opinan, hablo con mi papá y se termina todo”. De esta manera, Dalma no quiso entrar en una pelea mediática si su padre viene o no al país para el casamiento de su hija.
“En el festejo bailamos a morir. Terminamos arruinados. Innecesario totalmente, nos fuimos a un boliche. Tendríamos que haber terminado en el salón. Ya estamos grande para el boliche y ya no estoy para eso. Tengo 30”, reconoció Dalma cuando le preguntaron por algunos detalles del casamiento por civil.
Sobre su madre, Claudia Villafañe, Dalma señaló que “estuvo emocionada. Estuvo todo hermoso”. El viernes pasado en el civil ni siquiera salió a la puerta del complejo donde se hizo el festejo para sacarse una foto con su flamante marido. La orden que dio Dalma incluso a sus invitados es la discreción ante la prensa ante todo. No quiere que trascienda nada a los medios.
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