Detrás de escena: lo que no se vio del último programa de Susana

Minutos antes del inicio de la función, el clima en el interior de la mítica sala porteña era de tranquilidad gracias a la organización y expectativa para conocer qué sorpresas depararía.

En los ingresos se podía observar una comunión entre los seguidores de "Su" y las fanáticas del grupo CNCO, encargados de ponerle música al evento.

Cabe resaltar que muchas personas se agolparon en la puerta del teatro a la espera de conseguir alguna entrada, pero su espera fue en vano: todos los tickets ya tenían dueño.

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En el interior de la sala todo transcurría con normalidad y los acomodadores podían realizar su trabajo sin complicaciones. Pero, a pocos minutos del comienzo del show, un productor le pidió al público que empiece a ocupar sus lugares y esto generó los primeros momentos tensos de la noche. El resultado fue algunos enojos entre los espectadores que no podían colocarse en los lugares que les señalaban sus boletos porque estaban ocupados, pero no pasó a mayores.

Quien no podía faltar al encuentro fue Lorna, la fanática más mediática de Susana. Apostada en las primeras filas para poder apreciar a su ídola en todo su esplendor y seguir muy atenta todo lo que sucedía en el escenario.

Uno de los momentos más incómodos de La Diva de los teléfonos fue cuando CNCO subió al escenario debido al griterío protagonizado por sus fans. El ruido era tal que la amplia entrevista que tenía preparada Su, debió interrumpirse antes de tiempo.

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Otro dato de color que dejó la velada: en los cortes, un grupo de 4 u 5 personas pertenecientes a la producción llevaban de un lado a otro del escenario a Susana, tratando de encontrar el sitio previamente pautado para que la estrella de la noche diera inicio a los diferentes bloques.

Realizar u programa de televisión en vivo con tantas personas, es una misión muy difícil, pero Susana y su producción lograron realizar un cierre de temporada a pura fiesta delante y detrás de la pantalla.