Si bien el final exitoso de ATAV debería traerle alegría a Benjamín Vicuña, los días del chileno no son los mejores. Es que en los últimos días el rumor sobre la crisis de pareja que estaría viviendo con la China Suárez lo tuvo en el centro de la escena. Se habló de infidelidades, de una tercera en discordia y también de que él le echó la culpa a la China de no parecerse a Pampita.
Y como si todo esto no fuese suficiente, ahora el actor tuvo que pasar por un difícil momento familiar por la salud de su padre. El martes terminó sus escenas de Inés del alma mía, serie que se filmó en España, Perú y Chile y regresó a Santiago de Chile.
Allí se encontró con un panorama que lo tuvo por demás preocupado: su padre, Juan Pablo Vicuña Parot, sufrió fuertes dolores de cabeza y debió ser internado en la clínica privada Las Condes. Desde el entorno sostuvieron que el empresario de 77 años "está muy bien". "No fue nada complicado y ya está todo solucionado", contaron desde el entorno familiar y tenía que ver con un principio de ACV que pudieron agarrar a tiempo.
Luego de unos días en su ciudad natal, donde estará acompañando a su padre, Benjamín retomará el plan de grabación de la miniserie: el viernes viajará a la Patagonia, donde se quedará trabajando hasta el 20 de diciembre. Mientras tanto, siguen los rumores de separación con la China, quien el fin de semana pasado, tras finalizar su participación en ATAV, voló hacia Miami y Orlando junto a sus hijas, Rufina fruto de su relación con Nicolás Cabré y Magnolia, a quien tuvo con Vicuña.
Desde el entorno del chileno también desmintieron los rumores de ruptura, afirmando que los actores están juntos. "Si estuvieran separados, ellos mismos lo harían público para no generar especulaciones", argumentaron. El tiempo dirá quien tiene razón.