Espectáculos |
La ex esposa de Tom Cruise supo labrarse una carrera por sí misma a lo largo de las tres décadas que lleva trabajando ininterrumpidamente en Hollywood.
La actriz australiana Nicole Kidman cumple este martes sus primeros 50 años con la certeza de haber recuperado el esplendor que la caracterizó desde que llegó a Hollywood de la mano de su primer esposo Tom Cruise.
La actriz, que hace poco tiempo estuvo nominada al Oscar como actriz de reparto por su papel en “Un Camino a Casa” (Lion) contó que ella sólo quiere “celebrarlo estando con mi divino esposo (Keith Urban), mis hijas (Sunday, de ocho años, y Faith, de seis) y mi hermana (Antonia)”.
Casada desde 2006 con el cantante de country neozelandés, la pelirroja le dijo al portal E! online que no necesita “grandes celebraciones. Únicamente tener a mi familia junto a mí. Así soy feliz”.
Amparada por el gran éxito de la miniserie de HBO “Big Little Lies”, Kidman prepara su irrupción en el género de los superhéroes en la película “ Aquaman”, donde interpretará a Atlanna, la madre del protagonista, y en la versión hollywoodense de “ Amigos Intocables”.
Aquella melena rizada y pelirroja surgida de Hawái, criada en Sydney y descubierta para el mundo por Phillip Noyce en “ Terror a Bordo” (Dead Calm, 1989) no tardó en llamar la atención de Tom Cruise, con quien comenzó un romance mientras filmaban “Días de Trueno” (Days of Thunder, 1990).
Ya como marido y mujer, Cruise y Kidman decidieron adoptar dos hijos (Isabella Jane y Connor) y rodar juntos “Un Horizonte Lejano” (Far and Away, 1992) y “ Ojos Bien Cerrados” (Eyes Wide Shut, 1999), la última película de Stanley Kubrick.
En el medio de estos trabajos, Kidman se mostró autosuficiente con y demostró su talento en “Mi Vida” (My Life, 1993), “Todo por un Sueño” (To Die For, 1995) o “Retrato de una Dama” (The Portrait of a Lady, 1996).
Pero fue recién después de su separación de Cruise en 2001, cuando su carrera evolucionó de tal manera que se convirtió de inmediato en una celebridad de Hollywood con todas las letras, y alcanzó un nivel a la altura de las grandes damas de la actuación.
Su primera candidatura al Óscar llegó por su trabajo en el musical “Moulin Rouge!” (2001), mientras sorprendía al público con la trágica historia de terror “ Los Otros” (The Others, 2001) del español Alejandro Amenábar. La estatuilla dorada llegó a su manos con su inolvidable interpretación de la escritora Virginia Woolf en “Las Horas” (The Hours, 2003).
En esa misma época, Kidman alcanzó el estrellato definitivo, y se pudo dar el gusto de alternar películas taquilleras como “ Regreso a Cold Mountain” (Cold Mountain), con otras que suponían ciertos riesgos artísticos como “ Dogville” (2003) de Lars Von Trier.
Lo que siguió a continuación no fue sino la meseta artística a la quellegan algunas estrellas de Hollywood poara luego perder el rumbo definitivamente. Kidman no fue ajena a esta condición, y buena prueba dan de ellos algunos estrepitosos fracasos como Las Mujeres Perfectas (The Stepford Wives”, la remake de “ Hechizada” (Bewitched” y “Los Invasores” (The Invasion, 2007). Sin embargo, lo que más se recuerda de esa época es la desaparición de su recordado rostro por uno más superficial, que le impedía actuar con corrección. “Nunca me he sometido a cirugía, pero sí probé el bótox, por desgracia. Lo dejé y ahora, finalmente, puedo mover mi cara de nuevo”, reconoció recientemente la actriz al diario italiano La Repubblica.
Sea coincidencia o no, lo cierto es que Kidman ha venido recuperando el prestigio con el musical “Nine” (2009), su tercera candidatura al Óscar por “El Laberinto” (The Rabbit Hole, 2010) y obras tan provocadoras como “ The Paperboy” (2012), de Lee Daniels, o “ Stoker” (2013), de Chan-wook Park.
Y, aunque es la imagen del glamour personificado y sigue siendo un imán para algunas de las firmas de moda y cosméticos más conocidas del mundo, no se olvida de su vertiente humanitaria, ya que es embajadora de buena voluntad para Unicef y para Unifem, el fondo de la ONU para la Mujer, donde colabora para erradicar la violencia machista.
Precisamente ese tipo de abusos los sufre su personaje en “Big Little Lies”, su último gran papel hasta la fecha, que podría depararle, además, su primer Emmy, un premio para el que parte como gran favorita y para el que ya fue nominada por “Hemingway & Gellhorn” (2012).
Te puede interesar:
las más leídas