
Apelando a su veta humorística (que la tiene y muy buena), Gustavo Garzón se lució en la edición de este sábado del ciclo PH (Podemos Hablar) con dos divertidas anécdotas de índole sexual que hicieron reír a todos en el estudio.
“Cuando me separé de Alicia Zanca, me fui a vivir a Del Viso, y estaba muy solo y una noche volvía del teatro y con ganas (digamos). Paré en un semáforo, serían las 11 de la noche, y una mujer muy atractiva me mira fijo. Yo la miro fijo. Ella me sostiene la mirada y digo: ´bueno, se me dio´. Le ofrezco acercarla a algún lado, ella acepta y comenzamos a charlas. Le pregunté si quería conocer mi casa y ella aceptó. Dije: ´Es mi noche´. Llegamos a la quinta, no había nada ni nadie alrededor. Entonces le dije: ´¡qué suerte que te conocí, no sabés las ganas que tenía de estar con una mujer!´. Y ella me dijo:´entonces conmigo te equivocaste´. Le dije que le agradecía la sinceridad y le ofrecí llevarla a destino”, contó ante la risa de los demás invitados.
A continuación, Garzón contó sobre una joven a la que se le quería declarar en la orilla del mar. “Me vinieron ganas de expectorar, por los nervios, y lo tenía en la garganta. Cuando se dio un poquito vuelta, escupí y vino un viento y…”, dijo Garzón ante la cara de asco de sus compañeros de emisión.
En tercer lugar, Garzón contó que fue al velatorio de Juan Domíngo Perón en 1974 pero terminó manteniendo relaciones sexuales con una mujer que conoció circunstancialmente. “Yo generalmente estuve con mujeres más chicas pero recuerdo cuando estaba haciendo la cola en el velatorio de Perón. Llovía, y conocí a una peluquera entrerriana, era un pendejo y ella debería tener unos 45 años. Nunca lo despedí a Perón porque me fui a la casa de la peluquera y me enseñó mucho de lo que hoy sé”, relató, y reveló que una vez consumado el acto, ella lo echó y no la volvió a ver nunca más…