Aunque ya hace un par de meses que Julieta Díaz se separó, recién ahora trascendió la noticia. Si alguien tiene perfil bajo, ésa es Julieta. Pero tras un tiempo ya separada de su marido, el empresario norteamericano Brent Federighi, ahora se puede contar que la actriz está bien, viviendo con su hija Helena, de dos años, en un departamento cercano al de su ex, en Barrio Norte.
Por suerte para la ex pareja que estuvo varios años noviando y decidió casarse con libreta roja; la relación es buena y tanto Julieta como Brent se ocupan por igual de la niña, incluyendo a sus respectivas familias, la de Julieta que vive en Buenos Aires y la de él, cuyos padres viven en Estados Unidos pero han recibido con amor a su nieta junto a su papá.
Julieta tuvo varias ofertas laborales, pero no ha hecho demasiado, y eligió solamente aceptar la miniserie escrita por Mario Segade, La caída, que se verá al finalizar El Marginal 2 por la TV Pública.
Mientras tanto, Julieta y Brent se mostraron juntos por última vez en público en ocasión que la pareja llevó a su pequeña hija a ver un espectáculo infantil en las recientes vacaciones de invierno.
Dicen allegados al matrimonio que no hubo ni un tercero ni una tercera en discordia en la separación de Díaz y Federighi y atribuyeron al final de la historia de amor a un desgaste de la pareja.
En principio, Julieta y Brent cuando se casaron vivían en países separados, porque mientras ella se quedó en Buenos Aires cumpliendo sus compromisos actorales, él se quedó en Nueva York atendiendo su empresa.
Después de un tiempo de convivencia “en países diferentes” y para salvar el matrimonio, Federighi decidió radicarse en nuestro país, pero finalmente la pareja se resquebrajo al punto tal que ahora decidieron decirse adiós definitivamente.i