Kiss cantó 40 y gozó del amor incondicional

Media hora después de lo anunciado, exactamente a las 21.30, el grupo liderado por sus grandes sobrevivientes, Gene Simmons y Pauls Stanley, además de los últimos integrantes, Tommy Thayer y Eric Singer arrancó con todo: un clásico potente como Detroit Rock City sonaba en escena mientras el público sonreía satisfecho al ver los típicos trajes y maquillajes de sus ídolos, entre fuegos artificiales y explosiones varias.

Fiel a lo prometido, mientras desde el estadio, algunas familias compartían con orgullo la energía del grupo neoyorquino, éstos hacían honor a la promesa esperada, tocar buena parte de las canciones correspondientes a su última grabación, haciendo honor a la gira: "Cuarenta años de Kiss": Hard luck woman, God of thunder', 'Rock n nroll all nite' y por supuesto el venerado "Fui hecho para amarte", se destacó entre los insistentes gritos de Stanley haciendo gala de su satisfacción con su visita, "Buenos Aires, Argentina", insistía el cantante una y otra vez, mientras Gene, jugaba con su rol de tipo duro.

Hasta escupió fuego ratificando su rol de showman, más allá de la música. La devolución, por supuesto, fue casi automática: "Olé, olé, olá, soy kissero, es un sentimiento, no puedo parar". El grito de guerra siguió con recompensa, el consabido "ustedes son el público número uno". "No hablo español muy bien pero mi corazón es tuyo", continuó el bueno de Paul, para beneplácito de la hinchada, en éxtasis con este amor incondicional.