Laura Novoa, de heroína de reality a ser mamá en Fanny la fan

Nada es mucho para esta actriz todo terreno que siente que es tiempo de animarse a más.

“Debí dejar Falladas, para incorporarme a Fanny, la fan. Hacer teatro y una tira al mismo tiempo es muy complejo. El año pasado ya hice cine y teatro, y fue muy agotador. Luego de terminar las funciones a la 1 de la mañana, me iba a filmar toda la noche, hasta las 7. Fue mucho y este año no quise que pase lo mismo por eso no tuve otra opción que renunciar al teatro y de lleno hacer tevé”, dice la dama de sonrisa dulce y gesto cálido en referencia a la pieza de José María Muscari que nuclea a cuatro famosas mujeres.

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“En realidad, estuve haciendo teatro y cine y con eso, tiempito para la tele no hay. Pero, la verdad es que de la mano de Underground, una de las productoras más importantes para trabajar, quise hacer la tira. Yo ya había estado trabajando con ellos, pero tenía muchas ganas de volver a hacerlo y quise estar en Fanny, no me quería perder la oportunidad de regresar a la televisión de esta manera”, revela.

“Me encanta la historia. Hago de la madre de Agustina Cherri y la futura pareja de Gabriel Puma Goity. Es un placer. Me parece que yo no tengo una gran exposición con respecto a lo que se genera en la tele así que va estar tranquilo”, responde sobre lo que presupone que genera un éxito. Un tiempo antes de enrolarse en la tira de Telefé, Novoa se embarcó en la experiencia de filmar en suelo brasileño para Supermax, el unitario dirigido por Daniel Burman junto a Hernán Goldfrid y Bruno Hernández, que contó por la TV Pública la vida de ocho participantes de un reality show que exhiben las miserias individuales con tal de cobrar el dinero. La propuesta le resultó renovadora y muy cercana a la destreza física que hace más de 20 años atrás le exigía el inolvidable Poliladron.

“Fue muy placentero de filmar. Fue duro porque era un programa de grandes desafíos. Realmente teníamos que tirarnos de unos precipicios enormes, teníamos escenas abajo del agua, tirarnos de rapel, corridas, muertes, de todo un poco en el desierto. Todo lo que hicimos en Jujuy, en las Salinas, fue heavy. Pero la verdad es que fue maravilloso. La verdad es que tuvo de todo: acción, amor. Fue una gran mamushka respecto al presente y al pasado pues todos los personajes van y vienen y además, adentro de la historia del reality, hubo otra historia que es la historia de la cárcel con un montón de amores escondidos”, dice de manera laberíntica respecto a la miniserie cuyos competidores fueron interpretados por Antonio Birabent (con quién su personaje mantiene una historia de amor), Cecilia Roth, Juan Pablo Geretto, Guillermo Pfening, Alexia Moyano, Rubén Cortada y César Troncoso.

“Mi personaje especialmente tuvo que ver con la línea de amor y además fue un gran misterio para la gente porque en el primer capítulo no estaba y no era una de las participantes. La verdad es que el núcleo de que es un reality show fue un disparador para contar una gran historia de la otra historia que el personaje jugó. Fue una historia, super amplia, va y viene en 10 años, pero a ella esos 10 años le pesan más que a cualquier otro porque la cambiaron mucho. Empezó siendo la jefa de una banda de ladrones que tenía dos galanes, después por determinadas razones la encerraron durante 10 años, la violaron y la apresaron entonces, se vió lo que quedó de ella en esos 10 años. El reality utilizó de escenario una cárcel que creían olvidada y abandonada y la vuelven a rehacer para un reality. Pero la cárcel guardaba muchos secretos y yo era uno de esos”, explicó sonriendo al recordar la propuesta con libros del propio Burman y el autor Mario Segade, ex marido y padre de sus dos hijos.

“Fue buenísimo, un placer, especialmente porque él escribe muy bien. Ahí Segade dijo: “¿quién puede saltar, tirarse del puente, estar abajo del agua, tirarse de un precipicio? ¿Quién puede?: Novoa”, se ríe.

Lo último que habíamos hecho juntos fue una obra en el teatro San Martín llamada Un poco muerto. Tenemos una excelentísima relación”, confiesa Laura tras compartir tarea con el papá de sus púberes de 15 y 10 años Mora y Franco. “Los personajes de destreza física me son fáciles, quizá no todas las actrices se animen a hacer rapel, o a estar a 6 metros de altura y tirarse con elástico y también tengo un manejo de armas. Son un montón de cosas que quizá no a todos los actores les gusta. A mí me encanta, pero también me encanta todo lo que tenía que ver con el personaje”, cerró esta intérprete.

supermax

“Un disparador de lo estúpido de los realities”

“Supermax fue un proyecto pretencioso que ha tenido con qué. Para nosotros fue un honor hacer algo así, desde filmar en Brasil, desde el logo, desde la TV Publica, desde Burmann, desde todo punto de vista es una gran serie y es un honor haber sido parte”, afirma.

“Tuve muchísima aventura. Estuvimos casi 3 meses en Brasil. Era todo ganancia”, cuenta la mujer que, más allá de la ficción en la que se vio envuelta, se reconoce nada espectadora de los envíos que se proponen mirar por el ojo de la cerradura el accionar de sus participantes. “No soy consumidora de realities. Esto creo que en realidad es un gran disparador de lo estúpido de los realities y cómo también se ve en esos lugares las características de las personas. Después, por determinadas circunstancias, se van viendo las personas que son y no la que están buscando en el reality”, comenta quién saltó a la fama en el recordado ciclo Socorro, 5to año.

“De lo que habla la serie más allá del reality es que de donde estés el pasado te va a venir a buscar y te las va a cobrar. Todos los personajes están estirados en su máxima expresión psicológica a un pasado que uno no puede escaparse y de alguna manera siempre va a volver”, describe quién dentro de poco estrenará Las grietas de Jara, de Nicolás Gil Lavedra, película basada en la novela de Claudia Piñeiro.

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Su paso por Falladas

Hasta hace muy poco, Laura Novoa integró el elenco de Falladas, la obra dirigida por José María Muscari que cuenta los pormenores de cuatro amigas atravesadas por los problemas del amor, la edad, el sexo, el dinero y todo lo que complica la existencia cotidiana. Para esta actriz que ha transitado gran variedad de clásicos, entrelazar la tarea palmo a palmo con un equipo de mujeres como Cecilia Dopazo, Valentina Bassi, Andrea Politti y Patricia Palmer y hablar de lo que acontece al universo femenino fue un hecho balsámico.

“Fue una experiencia maravillosa, un gran éxito que me llevó 9 meses. Mis compañeras fueron maravillosas, la dirección de Muscari me encantó, hablar de cosas mujeres también, la pasé realmente bien”, dice muy lejos de percibir a la tan machacada competencia que se les atribuye a las féminas.

“Nada que ver. Jamás hubo competencia. Fue verdaderamente una experiencia motivadora. Entre nosotras fue realmente maravilloso. Estuvo re lindo”, se entusiasma.

“Para mí fue también la vuelta al teatro comercial. Sólo había hecho temporada con Poliladron allá lejos y hace tiempo y luego hice otro tipo de teatro. Hice mucho teatro clásico en el San Martín. Se me hacía verdaderamente complicado seguir por las grabaciones de tevé, sino hubiese continuado con la obra porque la experiencia fue magnífica”, vuelve a acentuar.