Interpreta a la diva en una película que espera desvíe hacia la actuación el foco mediático actualmente centrado en sus escándalos. Dice que la prensa que la persigue cambió en los últimos años y que ella atraviesa lo mismo que su admirada Taylor, pero por “otras razones y experiencias”.
Cuando llegó el momento de localizar a la actriz apropiada para el codiciado rol de mellizas idénticas en la nueva versión de Juego de Gemelas (The Parent Trap, 1961, que protagonizó Hayley Mills) para Walt Disney, se hizo una exhaustiva búsqueda por todo el mundo. Después de tres llamadas y una prueba filmada, el pecoso rostro de Lindsay Lohan ganó el rol. No obstante tener sólo 11 años de edad cuando fue contratada, su vínculo con Disney convirtió su nombre y se popularizó entre los adolescentes, especialmente las jovencitas que siguieron todos los movimientos de la actriz y cantante pop. Así, la pelirroja y revoltosa creció para llegar a ser una curvilínea y hermosa adolescente, y siguió impresionando a los críticos con sus trabajos en películas familiares como Freaky Friday (2003) y Confessions of a Teenage Drama Queen (2004), pero fue aparente que la talentosa muchacha iba a crecer aún más. Con el estreno de Mean Girls (2004), una comedia negra dirigida por Tina Fey, la fama de Lohan se catapultó a un nuevo nivel de reconocimiento en el medio fílmico. Su efervescencia y su actuación sin barreras en ese clásico la convirtieron en la estrella del momento de ese año. Sin embargo, en el momento de mayor fama, comenzaron a revelarse dramas inevitables, hospitalizaciones misteriosas, drástica pérdida de peso, rupturas en público con famosos amigos-admiradores, pequeños accidentes y mal comportamiento en el set de filmación. Todo eso causó un cambio en la percepción de ella. Las cosas fueron de mal en peor luego de varios arrestos por manejar estando afectada por el exceso de alcohol o drogas. Le estaba pasando lo mismo que a otras niñas estrellas, como a Corey Haim, Drew Barrymore y muchas otras. Su comportamiento fuera y dentro del set de filmación comenzó a afectar su habilidad para conseguir trabajos. Y los arrestos por drogas, las fotos de los paparazzi mostrándola como si estuviera alcoholizada, y la batalla pública en la prensa que tuvo con su familia, hicieron que la que había sido una carrera prometedora, se cubriera con un manto dramático, provocando que sus amigos, familiares y admiradores no sólo temieran por su carrera, sino también por su vida.
Pero el año pasado hubo un gran cambio en su conducta personal, y que resultó en el ofrecimiento para hacer el rol de la legendaria Elizabeth Taylor en la película Liz & Dick, junto con el actor australiano Grant Bowler que hizo de Richard Burton. DIARIO POPULAR solicitó una entrevista exclusiva con Lohan, la cual fue aceptada con una condición: que todas las preguntas debían relacionarse a la película Liz & Dick. Aceptada la condición, la entrevista se realizó en uno de los salones del Four Seasons Hotel en Beverly Hills.
Es sabido su atracción con Elizabeth Taylor y lo inquieta que habrá estado para representarla. ¿Puede contar cómo se sintió? ¿Y cómo fue trabajar con Grant Bowler, quien personificó a Richard Burton? -Realmente me relacioné con Elizabeth Taylor en muchos y diferentes aspectos, debido a su posición en los ojos del público y la obsesión de los periodistas por ella, y sus romances y rupturas en su vida, además de su amor por los diamantes. Pienso que ella fue una mujer increíble, y en especial lo que hizo por la gente con SIDA. Ella tenía en su corazón y alma a la gente que amaba, y así demostraba lo que ella era como ser humano. Respecto a Grant Bowler hizo un trabajo maravilloso, y demostró que era un gran profesional, ya que fue contratado tres días antes de empezar la filmación. Fue una experiencia fantástica la actuación de Grant.
¿Hubo escenas que la afectaron en forma personal? Me refiero a la escena donde ella pregunta: "¿Por qué los paparazzi no publicaban mejores fotos de mi persona?".
-Sí, hubo un par de escenas que realmente me afectaron y pienso en una escena que ella dijo: "¿Por qué ellos siempre toman las mejores fotos?". En lo que a mí me concierne, cuando yo comencé a actuar y ser como las otras actrices, quería que me sacaran buenas fotos, y que me iban a encantar. Creo que la obsesión del periodismo ha cambiado. Cambió antes y paró por momentos. Es muy interesante verlo ahora, porque yo he pasado exactamente lo mismo, pero por diferentes razones y diferentes experiencias. ¿Siente que usted no ha sido comprendida?
-No, no lo creo. Pienso que me puse en posiciones y creo haber aprendido de mis errores y pienso que las cosas le pasan a la gente. Si yo dijera que he sido mal entendida, entonces eso sería una excusa, así que pienso que la gente, en general, es mal entendida. Nadie es perfecto.
¿Cuál es la historia de amor en películas que sea su favorita?
-Pienso que ésta (Liz & Dick) es una de ellas, y sólo puedo imaginar de tener ese tipo de amor que ella y Richard Burton tuvieron. Fue algo maravilloso. Fue muy conmovedor. El amor provoca miedo y yo todavía tengo que encontrar a esa otra persona. Me relaciono con el hecho que Elizabeth Taylor usaba la frase: "Adoro estar enamorada". A mí me encanta estar enamorada. Hay muchas cosas para amar en esta vida, y no hay nada mejor de aquel sentimiento de estar enamorada por primera vez. Miro el futuro con la esperanza que me pase a mí (risas) algún día. Cuando usted comienza el día y de pronto se encuentra rodeada por los fotógrafos-paparazzis que la acosan, la persiguen, ¿pensó alguna vez que le gustaría hacer algo distinto en su vida?
-Pensando que hubo un punto en mi vida que me sentí muy sola, especialmente ellos me persiguieron y no sabía qué hacer, no quería escuchar a nadie. Fui muy testadura y pienso que Elizabeth pasó por lo mismo y también con sus amores de su vida y, por supuesto, lo que vivió en los sets de filmación. Sentí la necesidad de pasar todo eso. Necesité decirme si realmente quería hacer esto o tomar el camino fácil de la salida y sólo parar, pero amo la actuación y es lo que sé hacer y desafortunadamente, aquella gente empezó a conocerme como a una celebridad en vez de verme como a una actriz. Tengo la esperanza de que me vuelvan a respetar a través de mi trabajo. Recientemente el conocido fotógrafo Burt Stern la fotografió a usted como Marilyn Monroe, ¿en qué forma usted se compararía a esas dos legendarias actrices (NR: Taylor y Monroe) en la forma que lo hizo?
-Ellas dos y Ann Margret son mis favoritas. Hasta cierto punto las similitudes son obvias. Son mujeres voluptuosas. No tuvieron miedo de expresar quiénes eran y ser mujeres. Tuvieron muchas y diferentes relaciones con hombres pero también pienso que vivieron sus vidas a la vista del público, y la gente observó sus dolorosos desengaños y no los pudieron tapar. Pero no tuvieron miedo de ser ellas mismas y creo que esa actitud fue realmente importante. Nada más puedo agregar de esos verdaderos íconos de las celebridades de Hollywood.
Elizabeth Taylor fue aventurera y no le importaba lo que la gente pensara de ella. Hizo lo que ella quería. ¿Y usted?
-No sé si es realmente una pregunta (reímos). Nunca fui aventurera. Me importa lo que dice la gente. Así es y soy quien soy, y ésa es la razón por la cual me encanta hacer películas. Es algo desafortunado que algunas cosas que eran para mantenerlas en privado, fueran expuestas. Si yo hubiera tenido que elegir, no hubiera sido de esa forma. En esta película fui afortunada de poder usar esas experiencias y trasladarlas a la pantalla y decir la historia para que la entiendan. Por eso que siempre me encantó la actuación y poder volver al set de filmación y tener esa experiencia. Lo importante de todo es que usted sólo puede ser usted y ver qué es lo que la gente puede sacar en conclusión.
Muy pocos actores infantiles pudieron lograr el éxito cuando fueron adultos. Usted lo consiguió. ¿Puede contar cómo fue su camino y vencer todos los obstáculos?
-La gente crece y la gente cambia y usted tiene experiencias de vida, y yo tuve algunas muy traumáticas y muy serias, y las tuve durante toda mi vida desde que era niña. En términos de otras cosas personales también las tuve, y ahora he reflexionado que he aprendido, que realmente tuve suerte con lo que hice, porque podía haber sido muy tarde. Podría haber aprendido más tarde durante mi vida, pero ahora sé lo que no debo hacer. Conozco esas cosas y con eso no quiero decir que ahora soy una santa, porque si hubiera pensado que era perfecta, no estaría haciendo películas porque sería una aburrida. Creo que usted puede sacar conclusiones de las experiencias. Ahora estoy atesorando las cosas que he visto y he crecido con ellas y que no quiero volver (risas) a lo de antes. Y eso significa mucho.
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