Le costó, pero lo logró. A veces no importa el modo ni los medios y para la infartante Magalí Mora no es algo que le quita el sueño que la tilden de mediática. Para ella es como el pez en el agua. Porque si bien a veces sufre las consecuencias de la exposición, fue justamente el caminar por todos los medios lo que le dio por primera vez un trabajo en la temporada de verano.
Este año debuta en las tablas con la comedia Regatos Salvajes en la temporada de verano de Mar del Plata el 26 de diciembre en el Teatro Provincial. Directa y, si se quiere, una de las más sinceras del mundo mediático. Primero no le importa si la identifican o no con el título de la obra: "estoy tan acostumbrada a que me llamen "gato" que a mí no me afecta".
Su nombre llegó a la cima por una serie de escándalos con hombres famosos, como por ejemplo, la tercera en discordia con Leonardo Fariña, ex pareja de Karina Jelinek, un amor frustrado con el jugador de fútbol Román Martínez de Estudiantes de La Plata y un supuesto affaire con Martín Amestoy, ex novio de Silvina Escudero.
"Yo siempre reconoció que desde el uno que salí a los medios, quería ser famosa a toda costa. Yo no sé si recomendaría l.o que yo hice, pero la verdad es que nos estamos moviendo en un medio amarillista. Me critican porque ingresé a través de los escándalos. Igual todo es contradictorio, porque son los mismos periodistas que me buscan para las notas y me hacen un lugar", contó Mora sin tapujos su escala al medio. Es que fue ella quien propuso el juego. Fue Magalí la que decidió abrir la puerta de su intimidad, contar cada uno de sus romances y por supuesto que en ningún momento puso reparo a la hora de hablar de sexo ni de sus intimidades. Tanto que llegó a hacerse un test de embarazo en vivo, después hubo una ecografía y hasta el análisis médico en el que se confirmaba el embarazo que luego terminó perdiendo en medio de un mar de lágrimas y de lamentos por la chance perdida de ser madre.
Y tanto trabajo en los medios le terminó dando sus frutos, porque el productor Javier Faroni puso el ojo en ella y la convocó para el elenco de Regatos Salvajes, la comedia que competirá en Mar del Plata nada más y nada menos que contra Carmen Barbieri y Nazarena Vélez, entre otras. "Cada uno elige cómo quiere ser famoso, si te sirve y está bien uno tiene que darle para adelante. Obviamente, después tenes que tener algún condimento para quedar en el medio", cuenta.
Para Mora el problema no es subir, sino cómo mantenerse en carrera para ingresar al mundo artístico. Según ella asegura todo lo que hizo fue para llamar la atención y poder tener la chance, ahora que la consiguió se viene otra etapa en la que el público verá una imagen hasta ahora desconocida. "De ahora en más van a conocer una nueva faceta mía, la actoral. Yo estudio actuación desde los siete años. Con Regatos Salvajes me tengo mucha fe porque voy a estar al lado de uno los últimos capocómicos que nos quedan, Tristán". También mencionó a sus compañeras de elenco tan infartantes como ella: "Sé que voy a aprender muchísimo con Pamela Sosa, Pamela Pomba, Mariana Diarco y Belén Francese. Si bien la mayoría de ellas hace poco que están en los medios, pero tienen algunas temporadas de teatro en su haber y eso me va a ayudar un montón a mí". Esto si antes no se produce un escándalo de los que suelen pasar en la temporada y que terminan por dividir a los elencos. Al menos en la previa todos los que trabajan se llevan de maravillas.
Ella es consciente que se hizo conocida por el escándalo, pero no lo vive como una mancha en su carrera sino como un paso más. "Esta vez tengo la oportunidad de demostrar de que soy algo más que una lengua filosa. Quiero que la gente conozca otra faceta mía. Yo me veo muy bien y sé que tengo talento y tengo muy en claro que es la actuación lo que me gusta".
Para el debut, Mora se sube con una comedia: "Es más comprometedora aún porque la comedia necesita de una interpretación. En cambio, el rubro de la revista con sólo bailar y moverte bien el escenario alcanza", asegura. La propuesta de Regatos Salvajes le llegó a través de un representante, Jorge Brunelli: "¡Yo no podía creer que Javier Faroni, un productor muy importante de la cartelera, se fijara en mí en una de sus obras!".
Igualmente, por más que sea una comedia las mujeres van a aparecer sobre el escenario con ropa muy ligera y sexy: "Yo estoy acostumbrada a posar sin ropa. La primera vez que me desnudé me costó un poco, pero después los fotógrafos y la gente son tan respetuosos con el trabajo de uno que no pasa nada". Magalí Mora reconoce que viene de un año agitado en materia de escándalos, pero lo cierra como lo soñaba hace tiempo, con un trabajo sobre las tablas. Lejos de renegar de su pasado, lo reivindica: "No me arrepiento de los escándalos porque los busqué y me encantan. En Mardel te aseguro que los líos van a estar a la orden del día". ¿No era que iba al verano para mostrar otra cosa?.
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