La actriz tiene una particular postura sobre el uso de tecnología en niños y jóvenes, y explicó cómo la aplica en la crianza de su hijo.
Natalia Oreiro tiene, para muchos, una visión particular sobre la crianza de su hijo Atahualpa respecto a el mundo tecnológico. La actriz no quiere saber nada con que su heredero, en plena etapa de ingreso a la adolescencia, sea invadido por el consumo de teléfonos celulares. Y reveló cuál será su llamativo obsequio cuando cumple el nuevo año de vida.
“Tiene casi 14 y no tiene celular. Para su cumpleaños le vamos a regalar uno que no tiene conexión (el famoso Nokia 1100)”, contó Natalia, generando sorpresa entre los integrantes del programa en el que participó y, claro, también, entre los oyentes. "Hay que consensuar entre las familias, si no es muy difícil. Si tiene un grupo de pertenencia que están todos muy hiperconectado...".
"Realmente es difícil porque él siente que se queda afuera", reflexionó la actriz, sobre como hace para que su hijo se mantenga alejado de la tecnología, en común unión con su grupo de pertenencia. Si en su grupo más cercano lográs consensuar con las familias, es más fácil", planteó, Oreiro. "Él también está muy acompañado desde la escuela en ese plante".
"En su curso son 38 compañeros, de los cuales entre 12 o 14 todavía están con esto de no tener hasta los 14. Y a los 16 sería la entrega del teléfono que se le llama inteligente. Tenés que darle herramientas y no es un ‘porque no’, sino explicar por qué no. Y cada familia es un mundo. Es una decisión muy personal, pero bueno, si me preguntan, eso es lo que pienso”, sentenció, insistiendo en que el secreto está en “darle otras cosas, que le tomen gusto a otras cosas”.
"Yo siempre fui una actriz que canta. Mi primera incursión musical fue en Un argentino en Nueva York. Cuando fui al casting me preguntaron si cantaba y yo dije, ‘por supuesto’. Lo hacía en el coro de la escuela. Y dije ‘claro que canto’. Bueno, cantá un tema. No sé qué canté y quedé”, recordó, Natalia.
"Lo entregué mi contrato discográfico en mi tercer disco porque estaba girando y yo quería ser actriz dramática... Era otro momento. En ese entonces, estaba muy separado lo que era la actriz de televisión y la cantante pop. Me acuerdo que una vez fui a un casting en San Martín y no me lo tomaron porque era de otro universo. Ni siquiera es que no daba con el perfil; era por los límites del ambiente”, contó, Oreiro.
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