
Nazareno Móttola nunca se imaginó estar en el lugar de privilegio que ocupa hoy dentro del ambiente artístico argentino. Será por eso que conserva la inocencia de aquellos que no están contaminados por el medio. Nazareno atiende el teléfono sin intermediarios, se disculpa por tener que hacer la nota en medio de la calle y casi con vergüenza dice: "Llamame cuando quieras".
Un talentoso que conquistó al público de diferentes edades y casi sin darse cuenta. El mismo reconoce que cuando decidió comenzar este camino lo hizo porque "no tenía un peso" pero con el correr de los años respaldó esa necesidad con talento, sacrificio y mucha ductilidad para acomodarse en diferentes personajes y situaciones.
Ayer al mediodía arrancó una nueva temporada en Peligro Sin Codificar y siente los mismos nervios y responsabilidad que aquellos primeros años en el circo. Mientras tanto sigue en el teatro junto a Antonio Gasalla en Más Respeto que soy tu Madre 2, una de las obras más taquilleras de los últimos tiempos. Dos papeles bien diferentes y que marcan esa capacidad de Nazareno para jugar en todos los puestos, en el lugar que lo llamen y siempre con un único objetivo: "Divertirme y que la gente se divierta conmigo".
-Siempre uno tiene nervios a la hora de un estreno. Por más que sea algo que venís haciendo hace mucho. La televisión es diferente, porque uno prepara algo y después tiene esa expectativa de saber cómo va a repercutir en la gente. No tenés la devolución inmediata del teatro. Además la tele es muy rara, está muy rara. Hoy me parece que el público cambió, antes la gente era mucho más seguidora. Hoy hay mucha variedad y entonces la gente va variando. Por eso la ansiedad de saber cómo nos va a ir está, más que yo soy bastante miedoso, más que miedoso, cagón, por eso estoy expectante.
l ¿Encontraste tu lugar en el programa?-La verdad es que el lugar lo tuve desde el primer programa en el que participé. Ellos son un grupo que te hacen sentir parte del programa desde el comienzo. Nadie pelea por los egos y ése es el éxito del programa. Es un gran grupo, realmente nos divertimos. No hay peleas por la exposición y eso no es fácil de encontrar, la generosidad es la clave.
-Obvio. Está buenísimo que la gente se meta a participar con nosotros. En la calle siempre nos decían que querían venir, que les gustaría participar y ésta es la oportunidad. Creo que las redes sociales ayudaron mucho a crecer este programa y la gente siempre participó del desarrollo de Peligro. Hoy que esas mismas personas que vieron nuestro crecimiento puedan divertirse con nosotros es genial.
l Fuera de Peligro sos un actor que hizo de todo. ¿Dónde te sentís más cómodo?-Todos los laburos son diferentes. El año pasado hice cine con Bañeros y me gustó, estar con Antonio Gasalla me encanta y hacer Peligro es como mi casa. Porque hacemos personajes muy locos, nada comparado con la realidad. Con Antonio aprendo mucho como actor, porque estoy interpretando un personaje pero soy yo. En Peligro vamos a los extremos. Hasta hice hablar a una rata...
-Yo soy el hombre de goma, soy el hombre caete. La gente todavía me recuerda mucho por las cámaras de VideoMatch que son con lo que empecé. Lo de Susana también fue un furor y obviamente lo de Peligro no se puede dejar de mencionar. Lo que pasa es que yo tengo muchos públicos. Me encuentro con niños y me dicen "es el Rebo 4", me encuentro con el público de Antonio, que es el de Susana, y me reconocen las señoras y después tengo un público adolescente que me sigue.
l ¿Imaginabas este presente con tanto reconocimiento y propuestas de trabajo?-Me pasa que hay días en los que me pongo a recordar aquellos comienzos en la escuela de circo. Yo empecé ahí porque me gustaba y hoy me veo con Susana, con Antonio y trabajando con tanta gente importante que no dejo de agradecer. Sobre todo porque yo no busqué esto, no soy de los que dicen que nacieron para esto. Yo empecé en la tele porque no tenía un mango y hoy vivo de esto...
-Llegué a la televisión gracias a mi suegro. El hacía las cámaras en Mundo Marino con Tinelli y un día le pidieron que consiguiera un actor que sepa caerse. Yo hacía circo en ese momento y me propuso a mí. Así empecé y un día salí a la calle y la gente me empezó a decir que se reían mucho conmigo, eso me hizo entender que podía seguir adelante. Porque en definitiva lo que hacemos nosotros es para la gente y si a ellos les gustaba tenía que seguir.
l ¿Es decir que tu descubridor fue Tinelli?-Fue mi primer lugar pero cada uno hizo lo suyo. Antonio fue el primero que confió en mí para actuar y los chicos de Peligro los que me dieron lugar en el humor. Pero sin dudas que le debo la carrera a mi suegro, si él no me hubiese propuesto nada hubiera pasado. Hoy ya es como mi viejo y tenemos una excelente relación.