
Ayer Eugenia Ritó salió al cruce de las autoridades de la clínica donde estaba realizando su tratamiento contra la adicción a las drogas: "A mí nadie me echó. Hay una ley que ampara a la gente. A nadie pueden obligar a estar internada y hacer un tratamiento. Yo no estoy consumiendo y no voy a volver a la clínica. Fue una decisión personal".
El titular de la clínica Carpe Diem, Carlos Souza, en diálogo con el programa de radio de Chiche Gelblung había afirmado: "Hay una ley de salud mental vigente que dice que un paciente puede tomar sus propias decisiones. Nosotros podemos orientar, sugerir; pero en este caso María Eugenia Ritó decidió no seguir con su tratamiento".
Supuestamente el cortocircuito se produjo cuando a la vedette le habrían comunicado que no era conveniente seguir en la pista de Bailando. Pero ella negó esa comunicación: "Es errónea la información de que los médicos me dieron a elegir entre la clínica y el Bailando. Se ve que hay alguien que está hablando de más, no sé quién es. Yo decidí por voluntad propia y lo firmé adelante de ellos que me retiro de la clínica y vuelvo cuando quiero", dijo. Y dejó en claro cómo está su lucha contra el consumo de cocaína: "En estos momentos no estoy consumiendo ni cocaína ni estupefacientes y no quiero estar en la clínica", declaró en Este es el Show (El Trece). Para que no quedara ninguna clase de dudas, el amigo estilista de la vedette, Gustavo Resquín, salió a defenderla en las redes sociales: "No la echaron, ella se fue... Jamás la cubro".