D espués del repaso nostálgico y emotivo de los 30 años en televisión durante la emisión inaugural, Marcelo Tinelli en la segunda noche se metió de lleno en la dinámica de Bailando por un Sueño que en su primera ronda se puso picante con Griselda Siciliani. También se armó la primera polémica con Federico Bal, por la devolución de uno de losl jurados del Bar, Flavio Mendoza, quien tildó de “gordito” al actor. Y ayer salió en su defensa su madre, Carmen Barbieri.
El jurado Angel De Brito, tras el baile de Griselda Siciliani, la dejó sin habla cuando le lanzó la inesperada pregunta: “¿Saliste con Pocho Lavezzi?”. Desde su ruptura con Adrián Suar, padre de su única hija Margarita, a “Gri” no se le conoció relación sentimental oficial. A lo que Siciliani atinó a decir: No, no es cierto. Nada que ver. No conozco a Pocho, es divino”.
Pero eso no pasó a mayores. En tanto, la polémica que trascendió de la pista, la encendió Flavio Mendoza cuando bailó Fede Bal con Lourdes Sánchez: “Me parece que el problema acá lo tiene el caballero. Creo que está 10 kilos arriba. Por ahí, cuando uno está fuera de training, cuesta mucho más. Más que excedido es como que uno se deja y volver es difícil”, disparó, cruel, Flavio Mendoza’.
Ayer salió al cruce primero su madre Carmen Barbieri: “ Si Fede está gordo, con 10 kilos de más, voy a hablar con Santiago (Bal) para que lo mande a un nutricionista porque es malo para la salud. Es un chico joven. Yo no lo veo gordo, pero es hijo de Carmen”, contó a las cámaras de Los Angeles de la Mañana (El Trece). Y remató: “‘A ver si hoy... ¿Ser gordo impide ser talentoso? Te puedo nombrar muchas gordas talentosas. María Martha Serra Lima era una genia. Y te puedo nombrar muchas gordas americanas”.
En horas de la tarde fue el turno de la víctima, el mismo Fede Bal, quien a diferencia de su madre decidió bajar los decibeles con un toque irónico: “No me voy a poner el cartel de ‘los gordos también podemos ser felices’. No me mandó a adelgazar. Me vio un poco pesado y es una crítica constructiva”. Literalmente, el martes empezó el ciclo con la pelea mediática.
Mientras, en Showmatch, el tiempo parece curar las heridas, porque el lunes estuvieron casi todos presentes en el piso del estudio, olvidando viejas rencillas.
Hubo una asistencia casi perfecta de quienes formaron parte de Showmatch a lo largo de tres décadas, para acompañar una noche que fue a puro pañuelo. Pocos fueron los ausentes: Osvaldo Príncipi estaba de viaje, al igual que El Turco Naim. Una ausdencia esperada fue la de Diego Bonadeo, quien después de Ritmo de la Noche nunca más volvió al ciclo, ni si quiera como invitado, por decisión propia y no por ello significó una pelea con Tinelli. Con él mantiene una cordial relación, pero decidió no ir porque es un posición que el periodista deportivo mantiene desde hace tiempo. Si fue Claudio Villaruel, ex director de Shwomatch, quien se abrazó calurosamente con Tinelli.
Así, apelando a la emoción, la del lunes fue una apertura muy distinta a las grandilocuentes y costosas producciones en exteriores que solía hacer Tinelli en otras épocas
El lunes, entre amigos y colaboradores de las tres décadas, la producción y la familia, Marcelo no necesitó más. La idea era el recuerdo vivo de los 30 años y lo logró porque emocionó. Otro acierto fue sumar un coro de talentosas voces femeninas, desde Valeria Lynch hasta Adriana Varela y Florencia Otero, haciendo un gran musical femenino en tiempos de mujeres empoderadas.i
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