La mediática reveló una interna familiar que nadie se esperaba. Todos creían que ella estuvo años peleada con su ex y papá de 3 de sus 5 hijos.
Para sorpresa de muchos, para todos los que creían que Wanda Nara y Maxi López volvieron a tener comunicación hace algunos meses, luego de que ella se separó de Mauro Icardi, la revinculación entre los ex viene de larga data. La propia conductora -en octubre vuelve a grabar la nueva temporada de Masterchef- confesó que supo tener contacto durante años con el empresario a escondidas.
"Él estuvo en mi peor momento cuando me enfermé, llegó primero que nadie al país para acompañarme y se quedó un mes. Eso lo valoré mucho...", reconoció Wanda, en primera persona, a través de sus redes sociales, sobre el gesto que valoró de su expareja y padre de sus 3 hijos mayores: Valentino, Constantino y Benedicto.
"Tenemos chats con cada uno de ellos y hablamos todos los días por los chicos. A pesar de la distancia yo lo hago participar en todo. Muchos años hablé a escondidas, hoy hacemos videollamada cuando cenamos para que los chicos lo sientan en casa", dijo Nara, sobre cómo es su actual comunicación con López como con Icardi.
Y fue al compartir esa definición sobre el vínculo que mantiene con sus ex que la mediática reveló cómo vivió su relación con Maxi durante muchos años, en tiempos en los que fue esposa de Mauro, y en los que hizo todo lo posible para seguir manteniendo comunicación con el papá de sus hijos más grandes.
“¿Estás abierta a la posibilidad de empezar otra relación amorosa?”, se auto preguntó Wanda, a través de la famosa "caja de preguntas que ofrece Instagram. Y a sus seguidores le ofreció una respuesta, sobre lo que espera para su futuro amoroso: “Estoy muy feliz así. Me encanta lo exclusivo en bolsos, autos y ropa, pero hoy no le puedo dar a nadie exclusividad ni tampoco la pido”.
Luego, Wanda explicó qué busca a partir de ahora, en un hombre: “Quiero y siento que puedo comprar todo lo que me proponga menos la libertad, que es lo que más alegría me da. Nadie nunca más me pondrá candado y a nadie le quiero dar mi llave. El problema es que es adictivo”.