La empresaria y conductora además busca incluirlo en el Registro de Deudores Alimentarios. La cifra que exige está vinculada al contrato que percibe el futbolista en el Galatasaray, de Turquía.
La disputa judicial entre Wanda Nara y Mauro Icardi suma un nuevo y escandaloso capítulo. La empresaria y conductora reclama al futbolista una cuota alimentaria de 30.000 dólares mensuales por el sostenimiento de sus hijas Francesca e Isabella, y solicitó que se lo inscriba en el Registro de Deudores Alimentarios, lo que podría impedirle salir del país si no cumple con sus obligaciones.
Según documentación presentada ante la Justicia argentina, Nara exige además una multa diaria de US$10.000 en caso de incumplimiento.
“Estando a la cuota provisoria determinada por la Alzada en la resolución dictada el pasado 18 de febrero en el principal, es claro que el capital mensual devengado asciende a US$30.000”, detalla el escrito.
Desde el entorno de Icardi, se sostiene que el delantero -actualmente en el Galatasaray de Turquía. percibe un sueldo mensual de 100.000 dólares, cifra que Wanda habría tomado como base para calcular el 30% legal destinado a los hijos. No obstante, la defensa del futbolista se niega a realizar pagos adicionales, argumentando que Nara habría quedado con múltiples propiedades tras la separación.
En diálogo con el programa Intrusos, el abogado de Wanda Nara, Nicolás Payarola, aseguró que la inscripción de Icardi en el registro de deudores alimentarios “se impone por ley” si hay más de tres meses de incumplimiento. “Hay una manifestación del defensor de menores dando coherencia y acuerdo a eso”, agregó el letrado, quien también confirmó que se solicitó la prohibición de salida del país para el jugador.
Mientras tanto, Wanda se encuentra en Roma, donde participará de una edición especial del “Bailando por un sueño” italiano. Por su parte, Icardi, actualmente inactivo por una lesión, regresó a Estambul acompañado por su pareja, la actriz Eugenia "la China" Suárez.
Este nuevo episodio se suma a un historial de tensiones entre ambos, marcado por acusaciones cruzadas, ostentación mediática y diferencias patrimoniales. La situación judicial en Argentina avanza, mientras en Milán -donde también se tramita parte del divorcio- el conflicto continúa bajo reserva.