Colmando de aire fresco y renovación a la nueva temporada de Morfi, todos a la mesa, el ya clásico magazine de las 9 de la mañana por el que apuesta Telefe, Zaira Nara y Leandro Chino Leunis, se prueban como dupla combinando un estilo informal, desestructurado y lleno de guiños y expresiones en común.
Tiempos de cambio para el ciclo que debutó en junio de 2015 de la mano de su productor ejecutivo Gerardo Rozín junto a Carina Zampini y que, luego de varios cambios, hoy apela a sentar sus bases en la juventud de estos dos conductores que se los reúne por primera vez.
“Estuvimos conduciendo la alfombra roja de los Martín Fierro, que fue un lindo desafío, pero éste es el primer proyecto que nos tiene trabajando juntos todos los días. Estanos contentos y muy felices”, asume, de entrada, el Chino respecto al envío que comparten con Santiago Giorgini, el capitán de la cocina, quien todos los días presenta un menú diferente junto a los chef Chantal Abad y Rodrigo Cascón y con los periodistas Melina Fleiderman y Paulo Kablan que analizan los temas de actualidad.
“Qué bueno tener la posibilidad de estar al lado de él, de poder aprender juntos, de poder disfrutar de este laburo que es hermoso y encima divertirnos. Tenemos la suerte de hacer un programa que dan ganas de hacer. Estoy feliz”, se exalta enseguida Zaira.
“Ojalá que Morfi dure un montón de años y que podamos hacer esta dupla un montón de años. Se me hace fácil el salir de mi casa tan temprano, el dejar a mi nena, dejar a mi familia. Me encanta realmente”, comenta la chica que ya parece toda una experimentada en el rubro.
Las exceptivas no fueron menores ante la nueva fachada que presenta el programa mañanero que reúne cocina, música, diversión, humor y entrevistas diarias con importantes invitados. Y el resultado, a juzgar por lo que se vio en pantalla en estas dos semanas en que debutaron ambos animadores, aportó la brisa esperada.
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“Es un desafío lindo porque nos permite la sinergia, la retroalimentación entre nosotros. Y yo confío que voy a ser mejor conductor a partir del andar juntos y a partir de lo que la experiencia genera. El programa en sí ya me pone en un lugar diferente el que yo transité”, explica Leunis con entusiasmo.
“Yo soy periodista, pero nunca hice actualidad en televisión. Soy locutor, hice radio y ahora es como que todo eso se me juntó un poco. Yo soy conductor habitualmente de entretenimiento y ahora estoy en un magazine. Y ella ya tiene experiencia. Entonces para mí es entrar a un equipo que ya está tan formado y que está tan aceitado que es un desafío mucho más grande porque también tengo que estar a la altura de lo que veo y de lo que ella sabe hacer sola. Porque ella estuvo sola en el último tiempo y lo hizo muy pero muy bien. Me están invitando a un equipo que ya anda bárbaro y me están diciendo ‘sumate’. Esa es una alegría bárbara”, dispara el muchacho que viene de convites netamente de entretenimientos como Escape perfecto, ¡Boom! y ¿En qué mano está? ante una compañera que ejerciendo la co-conducción primero con Rozín (quien quedó a cargo de la edición dominical La Peña de Morfi) y luego con Damián De Santo se siente a sus anchas en una estructura como la de Morfi, todos a la mesa.
“Es un nuevo comienzo, es un nuevo desafío”, indica la menor de las Nara. “Y es un desafío también desde la conducción. Porque hacer un programa con Gerardo hace 3 años para mí fue de otra manera y hacer un programa con Dami todo el año pasado cuando era su primera vez en la conducción también. Si bien él tenía una experiencia enorme en la actuación era la primera vez que conducía y no es fácil. Es un programa que tiene un montón de matices, es un programa que tiene un montón de tiempos. De repente estás angustiado porque estás contando una noticia policial, y de repente estás en medio de un show y al acto seguido estás en la cocina. Todos esos climas los vas adquiriendo y es algo que se va armando a medida que pasan los programas”, sostiene la ex modelo.
Cada conductor para mí me dio una enseñanza enorme y ahora estoy muy contenta con esta dupla. Soy muy esponja en ese sentido y sé que voy a aprender mucho. Cuando estoy con un compañero lo que más quiero es aprender”, aclara Zaira al tiempo en que el Chino agrega su esmero por integrarse a la propuesta. “Esto tiene mucho más matiz. Voy a tener que aprender a escucharla a Zai, a darle lugar a ella, a entender que estamos conduciendo juntos que es algo que voy a ir aprendiendo a medida del tiempo. Sabemos cuál es la energía de cada uno y que no hay maldad y que nadie pisa el espacio de cada uno. La predisposición que tenemos es la mejor”, resume con ojos de niño con juguete nuevo.