Fútbol
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Solo uno de las cuatro caras más importantes del plantel de Boca estuvo a la altura de lo que se esperaba de ellos. Guillermo Barros Schelotto piensa en pasar la escoba y algunos pueden caer
La crisis de Boca se explica, principalmente, desde los referentes. Si Agustín Orión, un arquero de vasta trayectoria, falla con un pase en un momento caliente, ¿qué se puede esperar, entonces, de un juvenil? ¿Cómo criticar a un defensor que hace sus primeros pasos en primera si Daniel Díaz persiguió de atrás durante toda la serie a José Angulo, el delantero de Independiente del Valle? ¿Qué decirle a Darío Benedetto, que debutó el jueves en La Bombonera, si Carlos Tevez no apareció en ningún momento del partido más importante del semestre, ni siquiera cuando había que patear el penal? ¿Es posible machacar a Andrés Cubas si Fernando Gago, antes de lesionarse, tuvo apenas destellos de buen fútbol?
Y que también valga la pregunta: ¿qué reclamarle a todos los futbolistas si Daniel Angelici, el presidente del club, estuvo más enfocado en construir la Superliga que en acompañar la preparación del Xeneize en la etapa decisiva de la Copa Libertadores?
Boca busca —necesita— una renovación. Y para encararla tiene, en el banco de suplentes, al hombre indicado: a Guillermo Barros Schelotto no le tiembla el pulso para trastocar los cimientos, cortar cabezas, pasar la aspiradora y llevarse a la bolsa a los íconos del plantel. Hoy por hoy, ni siquiera Tevez, la figura que regresó para enamorar a los hinchas, está en el altar. El Olimpo está vacío: nadie pudo ocupar el trono que dejó Juan Román Riquelme.
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Según los puntajes de Diario Popular en todos los partidos del semestre, solamente el Apache promedió arriba de los seis puntos. El ex Juventus disputó 22 juegos, y apenas alcanzó las 6,09 unidades. Su punto más alto fue en el partido contra Newell's, en La Bombonera, con triunfo 4-1 de Boca. Tevez, ese día, fue calificado con 9 puntos. En la serie por los octavos de final de la Copa Libertadores contra Cerro Porteño el diario le puso 8 por cada encuentro. Se ausentó, sin embargo, en los choques eléctricos: dos 5 contra River, dos 5 contra Nacional, 5 en la ida contra Independiente del Valle, y el generoso 4 de la revancha.
Agustín Orión redondeó 5,91. Lo salvó la vuelta de los cuartos de final contra Nacional: Diario Popular le puso 10 puntos, a raíz de su enorme actuación en la definición por penales. Se destacó, también, en Asunción contra Cerro Porteño. Y no mucho más. Tocó el fondo el jueves, ante el conjunto ecuatoriano. Está en la mira. Guillermo piensa en un arquero que le pelee el puesto.
Aunque se lesionó en la fecha 12 contra River, Fernando Gago participó de 15 choques. Más allá del buen nivel que demostró contra Deportivo Cali en La Bombonera, el resto fue mediocre. En total, cerró en 5,67. Mostró su peor versión en la caída por 1-0 contra Atlético Tucumán en La Boca en la segunda fecha. Sin él, Boca no mejoró.
Sin lugar a dudas, el más criticado, el más cuestionado, quien confirmó en este semestre que su ciclo en Boca acabó es Daniel Díaz. El Cata fue cómplice de Orión en el tercer gol de Independiente del Valle. Su promedio, siempre según Diario Popular, es de 5,44, una cifra bajísima. Atlético Tucumán y el mencionado choque contra el conjunto ecuatoriano fueron sus peores actuaciones. A Díaz lo sostuvo su capitanía, no su nivel: a los 37 años, lo más probable es que lo corran de la titularidad y empiece a ver los encuentros desde el banco de suplentes. Quedaron lejos los 7 que cosechó en el Monumental, en el 0-0 contra River, y en la victoria por 1-0 frente a Racing en el Cilindro por la Copa Libertadores. Desde entonces, cayó en picada.
A pesar de que los referentes no mostraron buenas versiones, en los tres partidos que ninguno participó, Boca no consiguió ganar: perdió dos veces —ante Argentinos Juniors y Estudiantes de La Plata— e igualó sin tantos contra Huracán como locales.
¿Qué rol tendrán en la reconstrucción que planea Guillermo en Boca?