Cuando a Boca lo agredieron y ganó los puntos en el escritorio

Fue el 22 de diciembre de 1988, en el encuentro ante Racing que definía el pase a la Copa Libertadores. A Navarro Montoya y a Simón les tiraron un petardo, se suspendió el choque y recién en enero la AFA resolvió a favor de los Xeneizes

En 1991 el Xeneize fue víctima en Chile, pero eligió jugar

"Navarro Montoya se dirigía a ocupar el arco que da de espaldas a la tribuna local. Ya estaban los veintidós protagonistas, en árbitro y sus colaboradores en sus lugares. De pronto, el arquero de Boca cayó desplomado, tomándose la cabeza. Simón, que estaba cerca de su compañero, corrió presuroso para ayudarlo. No alcanzó a llegar. Un proyectil impactó sobre su rostro y él también cayó pesadamente".

Así comenzaba la crónica de DIARIO POPULAR sobre el encuentro de Boca ante Racing, en el Cilindro, del 22 de diciembre, que debió ser suspendido tras ese incidente, cuando aún iba sin goles y definía la segunda plaza para la Copa Libertadores de 1989.

El árbitro Carlos Espósito le daba a conocer a un periodista de este medio, durante la medianoche, algunos detalles del informe que había labrado. En el mismo el juez contó que "el proyectil que impactó en el rostro de Simón era una pila", y también "la explosión de una bomba de estruendo cerca de Montoya".

La Academia era líder del torneo con 39 unidades, mientras que los Xeneizes eran los escoltas, con 36. Ese campeonato fue el particular: los partidos que terminaban empatadas se definían por penales y el ganador obtenía un punto extra.

Tras la gravedad de los hechos, tomó la determinación el Tribunal de Disciplina de la Asociación de Fútbol Argentino. Pero hubo muchas controversias en el medio, como las de los dirigentes de Racing que habían argumentado que los que arrojaron la bomba eran hinchas de Boca que se infiltraron en la tribuna local.

José Pastoriza, técnico del equipo visitante, comentó: "Si el proyectil le pegaba a Simón unos centímetros más arriba, le arrancaba el ojo izquierdo. Evidentemente aquí no se podía jugar".

Juan Destéfano, presidente de la entidad de Avellaneda, enfatizó: "Por suerte pudimos comprobar que el arquero no tiene nada, aunque el zaguero presenta un corte insignificante. No entiendo por qué el árbitro se apresuró en suspender el encuentro".

Sin embargo, tras varias declaraciones, el Tribunal le dio el partido ganado a Boca por 1 a 0 y a la Academia le quitó dos unidades en el torneo.

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