El equipo fundacional de Sampaoli estuvo en el predio de Ezeiza y el entrenador se reencontró con sus afectos de Casilda. A algunos no veía desde hace 15 años.
“Coco, le querés comprar el negocio a Matías”. Así irrumpió el técnico de la Selección argentina en el salón donde lo esperaban los más íntimos: amigos de la vida, de Casilda, con mil anécdotas de cuando Jorge Sampaoli era solamente el Zurdo. Llegaron para verlo, hace 15 años dejó los pagos y desde entonces se ven de casualidad porque ya se acostumbraron a verlo en la televisión o en los diarios.
Uno llegaba con un regalo, la campera de la Roja. Claro, para entrar a Ezeiza se la hicieron sacar. Claro, el Zurdo es el técnico de Argentina, como lo fueron el Flaco Menotti, el Narigón Bilardo, El Coco Basile o el Loco Bielsa.
No lo pueden creer: “Yo jugaba con él. Jugamos acá y en la contra, había que aprovechar la oportunidad y no quedarse con el amor a la camiseta ¿me entendés?rdquo;, indica Daniel que es tres años más chico y llegó manejando la combi que trajo a varios de Alumni de Casilda.
Lo vio algunos años atrás, llevando un contingente del otro lado de la cordillera. Un tour de compras y ahí se reencontró con Sampaoli. “Comíamos juntos cada vez que volvía”, quien un rato después pegó la vuelta a Casilda para llevar las novedades.
Y ahí está Gustavo, posando para la foto y contando algo al oído que le causa gracia al tipo que en unos días debutará dirigiendo a la selección ante Brasil. Tal vez un consejo. Sampaoli lo dirigió en inferiores y Primera. Después de la escuela se lo llevaba a él y a otros pibes a hacer fútbol tenis “para mejorar la técnica”.
“Es un orgullo porque sé lo que trabajó para estar ahí y siempre con la misma humildad”; asegura y pronto tendrá algo en común con Messi: a los dos los habrá dirigido el Zurdo