Más allá de que la mágica historia futbolística de Diego Armando Maradona tuvo un primer desarrollo en un potrero de Fiorito denominado "Las Siete Canchitas", fue Argentinos Juniors el club que le dio paso al inigualable futbolista en el que transformó.
Corría el año 1969, cuando Diego realizó la prueba para entrar en las divisiones inferiores del Bicho. Los Cebollitas era el nombre del equipo de la categoría 60, creado por Francisco Cornejo para disputar los Juegos Nacionales Evita del año 1973 y 1974, ya que los equipos no se podían anotar bajo el nombre de la institución y en esa formación arrancó el sueño de cancha de once. Fue campeón de los Evita, pero también del campeonato de novena división en 1974.
Ese grupo permaneció bajo la tutela táctica del recordado "Francis" hasta que cumplieron los 14 años e intentaron un invicto impresionante de 136 partidos.
Poco a poco su nombre empezó a ser conocido entre los hinchas del Bicho ya que durante el entretiempo de los partidos de la Primera División, los entretenía haciendo malabares con la pelota. Por entonces, ya no jugaba los sábados de inferiores porque el club había armado un selectivo que viajaba a jugar amistosos y apenas, con edad de séptima, jugó dos partidos en quinta y un par en reserva.
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A esa altura Juan Carlos Montes, el entrenador del Bicho, ya tenía más que referencias del pibe Pelusa y el 20 de octubre de 1976, a diez días de cumplir dieciséis años, lo convocó para integrar el banco de suplentes ante Talleres de Córdoba.
Tras el entretiempo, con la camiseta número 16, con su equipo perdiendo ya 1 a 0, en reemplazo de Rubén Aníbal Giacobetti y con Don Diego que había pedido salir antes del trabajo, Doña Tota y hermanos orgullosos en la platea, nuestro Diego saltó por primera vez al escenario profesional.
"Vaya pibe. Juegue como usted sabe y, si puede, tire un caño", fue la indicación de Montes. Y si bien no logró cambiar la suerte de su Bicho, lo que no falló fue en el pedido del técnico ya que en la primera jugada que participó le hizo un caño bárbaro a Juan Domingo Cabrera y generó el primer grito de "oleeee" de los hinchas. El resultado fue lo de menos. Muchos, o todos, se dieron cuenta de que una historia comenzaba...
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