Desde Asunción, la previa del partido ante Guaraní se puso caliente por las frases de Daniel Garnero, el técnico rival; por lo que dijo José Luis Chilavert, un histórico del país vecino y por las broncas del presidente del club rival rival, Juan Alberto Acosta. Por eso, Rodolfo D'Onofrio fue claro y djo que no va a sentarse en la mesa de sus pares paraguayos como suele pasar.
“No habrá camaradería hasta que no nos pidan disculpas porque mintieron. No tienen ningún derecho a estar enojados, no me parece bien lo que hicieron, en especial con las entradas. Es un abuso”, disparó el pope millonario.
Y agregó: “Hay un poco de maldad en lo que está ocurriendo. (Martínez Quarta y Mayada son) dos chicos sanos y profesionales, fue un accidente y estamos tratando de saber qué ocurrió. Nosotros estamos tranquilos en cuanto a que somos conscientes de que somos transparentes de nuestro accionar”.
Sobre la sanción en sí, se mantuvo al margen y aclaró que no piensa pasar por la puerta de la sede de la Conmebol para evitar las suspicacias. “No sabemos qué pasará con la sanción y les digo a todos que no me van a ver enfrente (por la sede de la Conmebol). Ellos verán qué deben decidir, les pido a los que agarran un micrófono que no digan cualquier cosa”. Y remató: “Hablemos de otra cosa, no me voy a hacer cargo de todo lo que se dice”.
Saldado el caso más escabroso que sacude al mundo River, D'Onofrio habló de Leonel Vangioni y Nicolás De la Cruz. “Con Vangioni hay una excelente relación, pero no vamos a pagarle nada al club donde está, lo debe decidir él. Y en cuanto De la Cruz, es un jugador que interesa, estamos expectantes”.
En cuanto a las ventas, comentó: “Respeto a Driussi, se terminará cuando nos depositen los 15 millones de euros en la cuenta de River; en cuanto al Pity (Martínez), hablé con (su representante Marcelo) Simonián y él me dijo que se quedaba en River a ganar la Copa Libertadores. Se queda”.