La Celeste tiene una constante hace varios años: mantiene su base de futbolistas, como los cimientos sobre los cuales construyó su último tiempo de gloria. Eso, que también puede ser visto como un problema de recambio, volverá a ocurrir el jueves, cuando Uruguay reciba a Argentina en Montevideo en el que será un partido del que saldrán chispas.
Como es habitual en él, Óscar Tabárez apuesta por el 4-4-2 clásico de su mandato. De momento, tiene una sola duda. Ante la lesión de Luis Suárez, quien está en Montevideo trabajando para recuperar su rodilla en tiempo récord, esperarán al Pistolero hasta el último momento antes de decidir si será él o Cristian Stuani quien acompañe a Edinson Cavani en el ataque. Si el 9 del Barcelona completa el entrenamiento de hoy sin molestias, estará de arranque. Hace quince días, los propios médicos uruguayos lo habían descartado. Sus ganas pueden más.
En el once titular uruguayo hay un puñado de jugadores que pasaron —o que actualmente están— por el fútbol argentino: son cuatro en total, de los cuales dos acaban de llegar. En limpio, Uruguay podría salir con:
Fernando Muslera; Martín Cáceres, José María Giménez, Diego Godín, Gastón Silva; Nahitán Nández, Álvaro González, Matías Vecino, Cristian Rodríguez; Suárez o Stuani y Cavani.
Silva acaba de incorporarse a Independiente, donde también jugó, sin un paso consagratorio, el Cebolla Rodríguez. Álvaro González tuvo una primavera en Boca, adonde recién firmó Nández, quien se sumó para pelear la mitad de cancha xeneize junto a Wilmar Barrios, Pablo Pérez y Fernando Gago. Nández, justamente, arrastra un mes de inactividad producto de su transferencia. De todos modos, ese no sería un impedimento para el Maestro, que planea ponerlo de titular. Si no juega él, su lugar lo ocuparía el ex River Carlos Sánchez.
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