El año del Pity Martínez sigue sumando momentos inolvidables y el de la Bombonera es el punto más alto en esta historia de murmullos devenidos en ovación. Quizá por eso no se quería levantar del piso cuando hizo el gol, como deseando que ese momento se congelara para siempre frente a sus ojos.
Lo dice él: “Cuando estaba en el piso festejando y llegaron todos mis compañeros, no me quería levantar más; fue una alegría inmensa, estamos muy contentos de haber ganado este partido tan importante y en lo personal estoy feliz de lo que me está tocando vivir”.
Decenas de periodistas lo buscan porque saben que es el chico de la tapa del fin de semana. Ahí está, gritando y secundado por Lucas Alario, en la portada del lunes de DIARIO POPULAR. Pity la sostiene para la foto y atiende a todos.
“El festejo lo había pensado así”, dice. Todos lo vieron mostrarle a la Bombonera ese número que lleva estampado en la espalda y cada vez le sienta mejor.
Tiempo atrás se habló mucho sobre si Martínez estaba preparado para llevar la que lucieron el Beto Alonso, Ortega, Aimar o Gallardo, entre otros, y hasta se la quiso dar a D´Alessandro el año pasado. El Cabezón le avisó que le quedaba muy bien y ayer lo demostró con un zurdazo consagratorio.
La clave, más allá del gol que abrió el camino del triunfo, fue otra vez por dónde jugó: luego de que le encontraran su lugar en la cancha, por la derecha, el DT lo ubicó de nuevo a la izquierda.
“Gallardo es el mejor de todos, es todo de él, porque vio por dónde venía el cambio, que podríamos lastimar por el lado de Peruzzi y se dio así. Todo lo que planificamos, lo que pensamos se fue dando nadie sabía que iba a jugar por ese lado. Yo me enteré el jueves”, contó al respecto.
Lo cierto es que el Pity está entrando en mucha coincidencia de juego con Driussi y Alario, con quienes viene jugando seguido. “Ellos dos contagian a todos por lo que corren y por lo que presionan, eso te da ganas de correr a vos también. Contra Boca pasó varias veces, son dos jugadores importantes y estoy muy contento con ellos y con todo el equipo, es un gran grupo y yo les estoy muy agradecido por el apoyo de todos”.
El ex Huracán ya había sido clave en otro clásico, cuando Marín le hizo un penal en el partido de la Copa Libertadores que después significaría algo histórico. Esta vez fue distinto y él lo sabe: “Antes no era titular y ahora sí, y además hice el gol, por eso lo pongo en el momento más importante”. Así están las cosas para el 10 de River, que vive con una felicidad inapelable. Todo eso, después de haberla pasado mal incluso cuando el equipo la pasaba bien.
comentar