El regreso de Gago, una luz en medio de la oscuridad

La lesión de “Pintita”, que se produjo durante una práctica, a fines de marzo, fue una de las causas de la caída en el rendimiento del líder, el que mermó aún más con la posterior lesión de Ricardo Centurión, el jugador más desequilibrante del equipo en ataque.

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Sin Gago, y con la lesión de su reemplazante natural, Sebastián Pérez, el técnico Guillermo Barros Schelotto decidió sumar un mediocampista de otras características para acompañar a los dos titulares inamovibles en ese sector de la cancha, Pablo Pérez y Rodrigo Bentancur. Hablamos del colombiano Wilmar Barrios, un clásico cinco de corte, raspador, que ordenó al equipo en lo defensivo, pero que no pudo disimular la ausencia de Gago en otros aspectos fundamentales.

Es que con el ex Real Madrid en cancha, Boca cuenta no sólo con su capitán y máximo referente, sino también con una salida limpia desde el fondo, precisión a la hora de jugar la pelota en el medio y hasta mayor criterio en cada uno de sus ataques, porque es capaz de ordenar a sus compañeros y también meter un pase entre líneas para habilitar a los de arriba.

Por todo esto, no quedan dudas que Boca lo extrañó demasiado en estos cuatro partidos, al igual que a Centurión, ya que el equipo careció de ideas en la generación de juego, cayó repetidamente en el pelotazo y no tuvo la lucidez para resolver partidos que se le presentaban favorables, al menos en los papeles.

Repasando la campaña de Boca en el torneo, los números son claros al respecto. Con Gago en cancha (8 partidos), Boca ganó 7 y perdió apenas 1, con una eficacia de más del 85 por ciento. Mientras que sin él, en los 14 encuentros restantes, se dieron 7 victorias, 6 empates y 1 derrota, con un rendimiento de algo más del 64 por ciento.

Clave por donde se lo mire, entonces, si Gago responde bien en las prácticas de hoy y mañana, tal como espera el DT, será titular indiscutido frente a Arsenal, ingresando seguramente en lugar de Pablo Pérez, quien deberá cumplir una fecha de suspensión por haber llegado al límite de cinco amarillas.

El tema a resolver por el Mellizo es el movimiento de piezas en esa mitad de la cancha, con dos posibilidades. Por un lado, si incluye a Gago en su puesto natural, por el medio, deberá correr a Barrios a la derecha, donde baja su nivel, ya que se siente más cómodo como un cinco clásico. Y por el otro, en caso de dejar al colombiano donde está jugando en buena forma, deberá correr a Gago a la derecha, una posición que no desconoce pero que tampoco le queda a la medida.

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Pero más allá de esto, lo positivo es que Boca recupera a una de sus figuras en busca de volver al rendimiento que lo catapultó hasta la punta de la tabla. El equipo lo necesita a gritos, y mientras Centurión todavía sigue en recuperación, seguramente será el cimiento sobre el que se intente construir otra imagen de cara al final del torneo.