Como era de esperarse, las quejas y las polémicas ocurrieron en el Superclásico. Sobre todo en el segundo tiempo, cuando Nicolás De La Cruz fue víctima de dos infracciones en las que todo River consideró expulsión para Guillermo Fernández, primero, y Marcos Rojo, después.
A los siete del complemento, Pol tocó al uruguayo sin pelota en la mitad de la cancha, lo derribó y lo dejó lastimado unos minutos hasta el ingreso de los médicos. Para Darío Herrera fue solo amarilla, mientras en el banco del Millonario pedían la tarjeta roja.
Cinco minutos más tarde, Rojo le fue de atrás al volante con una fuerte barrida, lo levantó por el aire y volvió a despertar la queja del Muñeco y compañía. Sin embargo, nuevamente el árbitro optó por la amonestación.
Promediando los 20, Rodrigo Aliendro, que había ingresado en el entre tiempo, recibió un manotazo en el rostro y debió ser reemplazado producto del fuerte golpe.
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