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Las incorporaciones de la última temporada marcan claramente un déficit en el recambio. Sobre todo a partir de la salida de figuras como Buffarini, Mas, Cauteruccio y Blanco. Y ahora se fue Ortigoza
San Lorenzo llegó a la cumbre con la conquista de la Copa Libertadores en 2014. Y a partir de allí, aunque continuó peleando campeonatos y jugando los torneos internacionales, la salida de las grandes figuras no tuvo su contraparte en calidad en las incorporaciones que llegaron, salvo claramente el caso de Fernando Belluschi que ha rendido en un altísimo nivel o Sebastián Blanco en el último tramo de la estadía del ex Lanús en el equipo azulgrana, antes de ser transferido a comienzos de este año, cuando todavía restaba por disputar la mitad del torneo de primera división.
Pero es en los últimos mercados de pases donde San Lorenzo ha sumado mayoritariamente refuerzos que no reforzaron. O reforzaron poco. Encima se fueron Buffarini, Emmanuel Mas, el goleador Martín Cauteruccio y el mencionado Sebastián Blanco. Ahora, con el cierre de una nueva temporada, llegó la despedida del volante Néstor Ortigoza que para muchos hinchas está en el podio de los mejores futbolistas que tuvo el club en el último lustro, compitiendo con un talentoso como Ignacio Piatti y la trascendencia que ha tenido el arquero Sebastián Torrico en los títulos obtenidos.
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Repasando las incorporaciones del último año, las mayores desilusiones para el hincha las generaron el zaguero Fabricio Coloccini y el delantero Gonzalo Bergessio. Tenían chapa europea, volvían al club y para ser figuras. Pero jugaron poco, casi que pasaron desapercibidos en el equipo de Diego Aguirre.
San Lorenzo se quedó sin el goleador Martín Cauteruccio, Emmanuel Mas y Seba Blanco para la segunda mitad del último torneo. Y llegaron Coloccini, el paraguayo Robert Piris da Motta y Rubén Botta, otro que prometía mucho y por ahora rindió poco. Todo dicho.
Ya si nos remontamos al comienzo de la temporada 2016-2017, además de Gonzalo Bergessio llegaron el lateral uruguayo Mathías Corujo y el volante Tino Costa, con toda su felicidad de jugar en el club del que es hincha pero sin aportar mucho en lo futbolístico.
El mundo azulgrana hoy pone la lupa en los refuerzos que llegaron el último año. Como para que la dirigencia tome nota y no vuelva a equivocarse.
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