El primer cuarto de hora del partido se jugó a una intensidad terrible, con Talleres metiendo un vértigo en la zona media que le hizo ganar el control de balón y las acciones. El Millo se vio obligado a correr para buscar la pelota, algo que hasta ahora no le había pasado. Para peor a los 9 minutos el Muñeco se gastó un cambio y tuvo que modificar el equipo ya que se lesionó Casco y entró Mayada para que Moreira pase al lateral izquierdo. La Docta se hacía fuerte con la velocidad de los carrileros por afuera, Ramírez y Palacios, que además de jugar bien adelante obligaban a que el Millo no haga pesar su arma de sorprender con los laterales.
En eso andaba el partido cuando Talleres tuvo su chance con Muñoz que desde afuera disparó con tiempo y espacio pero sin fortaleza. El equipo de Gallardo respondió con una gran acción de juego colectivo y un pase brillante de D'Alessandro que dejó sólo a Driussi, quien no pudo con la buena salida del Guido Herrera. La intensidad que veía desde las tribunas, se trasladaba al campo de juego. De modo que el juego pasó de ser apurado y con mucho choque, a áspero y rudo, con muchas faltas, enojos con Pitana y con un juego que se hizo desprolijo y sin brillo. Todo era lucha y los arqueros intervenían poco y nada. Así se fue consumiendo el primer tiempo, pero antes hubo una jugada que fue la mejor del partido; la robo Mina, salió jugando, Pity recibió y aceleró para dejar a Alario sólo y el disparo no tuvo destino de gol. De la misma jugada tiraron un centro pasado que de media vuelta Driussi casi anota.
En el segundo tiempo, Talleres salió con todo a buscar su partido y loas 4 minutos combinaron Muñoz y Palacios para dejar sólo a Ramírez quien le dio un puntazo que de manera magistral sacó casi de adentro Batalla. La presión de Talleres volvió a ser de alta y eso dejaba al Millo generando todo con jugadas individuales como la del Pity que terminó mal. Cuando la presión amainó River anotó el gol gracias a una jugada parada y un rebote que dio el arquero a remate de Driussi; la pelota quedó ahí y Mina le reventó el arco.
El gol descolocó a Talleres que perdió el control y la presión del partido y buscó soluciones en la banco para torcer el partido y le dejaba espacios a la contra de River que con espacios asomaba como mas peligroso. Encima le expulsaron a dos jugadores a los locales y eso acabó por cerrar el partido con victoria.
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