
Aunque Boca tiene motivos para festejar por la reciente obtención del bicampeonato, Guillermo Barros Schelotto continúa muy enojado con el arbitraje de la final de la Supercopa Argentina que se disputó el 14 de marzo y, este sábado, volvió a demostrarlo luego del empate 3-3 entre su equipo y Huracán.
En aquel cruce ante River, el árbitro Patricio Loustau había sancionado un penal por una supuesta falta de Edwin Cardona sobre Ignacio Fernández, decisión que el entrenador xeneize cuestiona hasta el día de hoy y que le permitió a Gonzalo Martínez abrir el camino para la consagración del Millonario.
Una vez finalizado el encuentro frente al Globo, el Mellizo se acercó a Fernando Rapallini, quien había sido el cuarto hombre en el Superclásico jugado en Mendoza, y, tras un cruce de palabras, le recriminó enfáticamente "Jugaron para River, no para la ley", mientras las cámaras de televisión captaban el diálogo.
Al final del primer tiempo, el juez también había tenido un cruce con Fernando Gago, quien lo había acusado de burlarse de sus compañeros. "Me está boludeando", adujo el mediocampista que volvió a la titularidad luego de su prolongada lesión.