Increíble: Lollo, otra vez al quirófano

Esa situación le impedía estar a la par del resto y por eso fue perdiendo terreno a manos de Alexander Barboza. En los primeros partidos de este semestre, apenas fue al banco ante Guaraní y Atlas por la Copa Argentina, y frente a Instituto y Temperley no estuvo ni siquiera convocado (regresó a la lista en el amistoso ante Boca por la ida de Javier Pinola a la Selección).

El debut de Barboza en el amistoso ante Boca fue toda una señal de que el ex jugador de Belgrano corría desde atrás. Lo que no se supo hasta esta mañana fueron las razones. Cuando hoy en Ezeiza se lo vio en el gimnasio haciendo tareas diferenciadas la pregunta fe inevitable: ¿Qué tiene Lollo? Y la respuesta fue pura sorpresa: van a operarlo de nuevo.

La denominación médica es Hallux rigidus, un tipo de artritis que no le da movilidad al dedo gordo del pie y ante los golpes provoca dolor. Lollo tiene esta lesión en los dos pies; por eso el viernes lo van a operar y los cálculos previos dan cuenta de dos meses de parate, como mínimo.

Lo extraño es que tiene la misma lesión en los dos pies, no solamente en el que se fracturó en marzo del año pasado jugando para Racing. Lollo, que se resintió al volver unos meses después, cuando aún el hueso no estaba bien soldado, llegó a River casi sin poder correr y por eso al poco tiempo lo operaron de nuevo.

Por todo esto, el futbolista va a sumar casi dos años sin competencia oficial. Esto, si se tiene en cuenta que es probable no juegue hasta fines de noviembre. Cuando se lesionó en Racing, jugando ante Boca en marzo del año pasado, no imaginó que desde aquel inicio de temporada hasta esta que va a terminar en diciembre no pasaría la línea de los 20 juegos en dos años. Demasiado para un jugador de 30 años.

El zaguero llegó en junio de 2016 y recién pudo debutar en marzo de este año. Sumó 9 partidos en River y 675 minutos en cancha, y es probable que no mueva esos números de acá a fin de año.

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¿Un cupo más?

Ahora hay que saber cuánto demanda la recuperación, porque si el tiempo supera las tres cuartas partes del torneo, a River lo podría habilitar para traer un refuerzo, algo que necesita ya desde que se concretara la venta de Alario.

la posibilidad quedará abierta al menos unos días más. Lo cierto es que Lollo, por quien River pagó 3 millones de dólares, sigue con la misma mala racha que atraviesa Larrondo: llegaron lesionados, no se recuperaron y los dos repiten su paso por el quirófano.