En su discurso durante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en Estrasburgo, el titular de la casa madre del fútbol se refirió a su plan de organizar una Copa del Mundo cada dos años con un polémico punto de vista.
"Necesitamos encontrar la manera de incluir a todo el mundo, brindarle esperanzas a los africanos de modo que no tengan que cruzar el Mediterráneo para, de repente, conseguir una mejor vida pero que al final se encuentran con la muerte en el mar", expresó Infantino.
"Necesitamos darles dignidad, no sólo caridad, al permitir que el resto del mundo pueda participar", agregó Infantino, quien participó de la reunión junto a la cara visible del proyecto de los Mundiales bienales, el exentrenador francés Arsene Wenger.
Durante su exposición, Infantino también deslizó una crítica a la UEFA, uno de los principales opositores al proyecto. "En Europa se celebra el Mundial dos veces a la semana, porque están los mejores jugadores del mundo", remarcó.
"El fútbol no es un mero deporte, son oportunidades, es esperanza, equipos nacionales, tiene que ver con el país, con el corazón, la alegría, y no podemos decir al resto del mundo que nos den el dinero y los buenos jugadores, y vean fútbol sólo por la tele", insistió.
Sobre el próximo Mundial que se celebrará en Qatar y fue centro de muchas críticas, Infantino negó la versión de los más de seis mil trabajadores muertos durante la construcción de los estadios: "Fueron tres y son demasiados", cerró.
Aunque Infantino fue un dirigente de la UEFA por mucho tiempo antes de asumir las riendas de la FIFA en 2016, su mandato como presidente se ha caracterizado por desafiar la supremacía europea en la Copa Mundial (Italia, España, Alemania y Francia ganaron las últimas cuatro ediciones).
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