El hecho ocurrió cuando transcurría el segundo tiempo. En la ocasión de juego Mendoza es empujado y accidentalmente se golpeó la cabeza con una columna de cemento. Tras el impacto tuvieron que suspender el partido y trasladar al joven en ambulancia a un centro de salud.
En un primer momento Mendoza fue trasladado al Hospital Paterson de la ciudad de San Pedro y posteriormente trasladado el Hospital Pablo Soria ante el cuadro de complejidad que revestía el caso. El jugador sufrió un traumatismo encéfalo craneano con pérdida de conocimiento y fractura del parietal izquierdo.
El joven recuperó el conocimiento posteriormente pero continúa internado en grave estado en el área de terapia intensiva. En el lugar tomó participación personal policial de la Seccional 25 y personal médico que asistió al jugador.
Desde el Club de La Esperanza manifestaron su apoyo al jugador. En una publicación detallaron: “Fuerzas Coquí!! De está salís capitán! Es un partido más y sabemos de la fuerza y la garra que tenés! Aquí te estamos esperando!! Dios nunca te va a abandonar y menos nosotros!”.
Por otra parte hubo reclamos sobre las condiciones en las que se llevó adelante el partido. Aseguran que la ambulancia demoró en llegar y que el campo de juego no cumplía las condiciones requeridas.
El hecho tiene un antecedente trágico. Un 14 de mayo de 2015, el fútbol argentino sufrió una de las tragedias más dolorosas: Emanuel Ortega, un joven jugador de 21 años, perdió la vida luego de golpear su cabeza contra un paredón en pleno partido. Esto marcó un antes y un después.
La muerte de Emanuel Ortega dejó a la vista una problemática en el fútbol local, especialmente en el ascenso: las condiciones precarias de los estadios. En muchas canchas el campo de juego estaba delimitado por paredones de cemento, ubicado a muy poca distancia de la línea de cal, sin ningún tipo de protección.
Debido a esto, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió tomar una medida: colocar espumas protectoras en los paredones.