Julián Álvarez, una de las grandes revelaciones del Mundial de Qatar, en el que marcó cuatro goles, fue recibido con todos los honores en Calchín, la localidad cordobesa donde nació. Y al agasajo fueron, además de la mayor parte de los dos mil habitantes del pueblo, muchos visitantes de ciudades vecinas que fueron a ovacionar al campeón del mundo.
Al borde de las lágrimas, el futbolista del Manchester City tuvo un gesto que habla de su humildad: les pidió a perdón a aquellos a los que no pudo responderles los mensajes de felicitación que le mandaron.
"Quiero aprovechar este momento para pedir disculpas, sabrán entender, que no puedo responder todos los mensajes de cariño y apoyo. Son muchos, pero sepan que los veo, que llegan y me hacen sentir muy bien", expresó el delantero emocionado a su gente que fue a recibirlo a la canchita del club en el que dio sus primeros pasos.
De aquí en más, el nombre de esa cancha pasará a ser Julián Álvarez, en honor el ciudadano ilustre de la localidad de la provincia mediterránea.
Después del homenaje y de que le entregaran una plaqueta, el goleador de la Selección se puso a cantar en pleno escenario con la banda de música "Los Caligaris", que fue animar la fiesta. Una de las tantas que cada pueblo natal le realizó a los héroes de Qatar.
Trascendió también que, además de ser declarado ciudadano ilustre, le van a construir una estatua levantando la Copa del Mundo.
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