Los pasos informales ya fueron sorteados: el presidente de la AFA, Claudio Tapia, y el titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez, consideraron oportuna la posibilidad de que la Copa América confirmada para el año próximo, la que suceda a la que se disputará en Brasil a mediadios de este año, sea organizada por las mismas tres federaciones que iniciaron su carrera para albergar el mundial de 2030.
“Es más que una posibilidad que la próxima Copa América se juegue en la Argentina”, afirmó a POPULAR, tajante, una fuente que se sienta en la mesa de negociaciones.
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De esta manera, Argentina, Paraguay y Uruguay intentarán que el nuevo formato de competición, con 16 selecciones –las que están bajo la órbita del fútbol Sudamericano más invitados de otras federaciones- sirvan de ensayo en la puja con Conmebol tiene con Europa y Asia por la organización del Mundial 2030.
Tapia abrió el juego pensando en la Argentina como anfitriona de la Copa América, per o al mismo tiempo le presentó una estrategia a Domínguez con el mundial como objetivo. Es decir que la propuesta está traccionada por dos frentes: el de Chiqui como presidente de la AFA y la vez como vicepresidente de Conmebol.
La alianza entre Domínguez y Tapia parece cobrar más fuerza: ambos entienden que las decisiones tomadas en conjunto tallan la horma del zapato con que Conmebol se abrirá paso en el escenario mundial.
Por ello, en el próximo congreso de Conmebol quedará formalmente el pedido de organización de la Copa América. Caída la posibilidad de Concacaf con Estados Unidos y Canadá, el eje Argentina – Paraguay – Uruguay irá por su ensayo con el mundial 2030 como objetivo fundamental.
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