Un 20 de septiembre como hoy, pero de 1914, Argentina se impuso por 3 a 0 ante Brasil en el primer enfrentamiento entre ambos que fue un amistoso en Buenos Aires.

Argentina y Brasil protagonizan una de las rivalidades más importantes y atractivas de la historia del fútbol, una que lleva 109 años llena de partidos épicos y estrellas. El inicio de la misma fue un 20 de septiembre como hoy, pero de 1914 en Buenos Aires, con goleada por 3 a 0 de la Albiceleste contra la Canarinha.

Con todos los ojos del planeta puestos en la Primera Guerra Mundial, que había comenzado hacía menos de dos meses, Argentina y Brasil se midieron por primera vez en un amistoso que se desarrolló con alrededor de 18.000 espectadores en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA) en Palermo, la mejor del país en aquellos años.

Si bien el plantel de Brasil fue conformado por un combinado de San Pablo, y desde 1908 la Selección ya venía enfrentando a combinados de Brasil, es éste el primer encuentro que toman como válido tanto la Asociación del Fútbol Argentino como la Confederación Brasileña de Fútbol y la CONMEBOL.

Argentina formó con Carlos Muttoni (Independiente); Roberto González Escarrá (Porteño), Arturo Reparaz (Gimnasia y Esgrima BA); Mariano Aldea (Hispano Argentino), Aquiles Molfino (Gimnasia y Esgrima BA), Santiago Sayanes (Gimnasia y Esgrima BA); Juan José Lamas (Estudiantes LP), Roberto Leonardi (Estudiantes LP), Antonio Piaggio (Porteño), Carlos Fernando Izaguirre (Porteño) y Francisco Crespo (Tigre).

Por su parte, Brasil salió con Marcos Carneiro de Mendonça (Fluminense), Píndaro (Flamengo), Nery (Flamengo); Otávio Egídio (São Bento), Lagreca (São Bento), Pernambuco (Fluminense); Millon (Paulistano), Osvaldo Gomes (Fluminense ), Friedenreich (Ypiranga), Bartô (Fluminense) y Arnaldo (Paulistano). Fueron muy bien recibidos por los argentinos e incluso fueron aplaudidos por ellos al salir a la cancha. Era una época donde había mucho más respeto por el rival.

¿Por qué no hubo ni en el 11 ni el banco de Argentina jugadores de Racing, que era campeón vigente, e iba a volver a serlo en ese 1914 y los cinco años siguientes? Es que en ese entonces había dos ligas que dominaban el fútbol argentino: la precursora Asociación Argentina de Football y la Federación Argentina de Football.

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La Academia, al igual que el Millonario y el Xeneize que aún no eran populares ni poderosos, estaban afiliados a la primera que era reconocida por la FIFA, mientras que otros clubes salieron de ella y crearon la Federación, también reconocida por AFA como antecesora y que fue la que organizó este partido.

"Esta primera grieta en el fútbol argentino se dio más que nada porque en esos años los equipos del pueblo comenzaron a ganarle en la cancha y en las votaciones a los de la élite británico-criolla. En 1912 vino el club inglés Swindon Town de gira acá y se decide que los amistosos se jueguen en GEBA y que los socios de ese club también tenían que pagar para ver los partidos", le contó el historiador de fútbol Esteban Bekerman a Diario Popular.

Y agregó: "A GEBA no le gustó la decisión y decidió con Porteño, otro club de la élite, fundar la Federación. Y muchos clubes que querían llegar a la Primera de la Asociación y no podían, como Independiente, o algunos que estaban disconformes con los arbitrajes aprovecharon y se pasaron a la Federación".

La clase alta de esos clubes era la misma que en ese entonces gobernaba el país o amigos de quiénes lo hacían mediante el Partido Autonomista Nacional (oligárquico) y se imponía en las elecciones mediante el fraude y la persecución, también no aceptando el deseo de la mayoría.

Yendo al partido, Argentina abrió el marcador con un gol de Carlos Izaguirre. “Después de una serie sucesiva de ataques los locales a los 41 minutos consiguieron el primer gol. Aldea proporcionó la pelota a Lamas que avanzó combinando con Leonardi. El centro del hábil wing no se hizo esperar y Plaggio que lo recibió hizo un oportuno pase a Izaguirre, éste entonces con un espléndido tiro cruzado y alto batió por primera vez la ciudadela brasileña”, escribió La Nación.

Luego, Aquiles Molfino, quien en ese duelo fue el capitán de la Selección y solamente jugó ese partido para la Albiceleste, amplió el marcador a los 57 minutos del partido. El fútbol era amateur y el capitán se ganaba la vida ni más ni menos que como médico. Y, por último, Izaguirre sentenció el 3-0 a los 65 minutos. Argentina fue más contundente que Brasil en un duelo en donde la posesión del "esférico" estuvo pareja y lo goleó 3-0 en el inicio de uno de los mejores enfrentamientos de la historia del fútbol.

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