La sonrisa de papá: por qué Holan le apuntó al cielo

Y como nunca había ocurrido, esta postal sentimental la reconstruyó, con lágrimas en los ojos, el mismísimo entrenador de Independiente, Ariel Holan, padre de esta criatura que es Independiente otra vez parado a pie firme en la escena grande de la competencia internacional. Ni bien terminó el partido se abrazó con todos los que se le cruzaron, abrió los brazos, miró hacia arriba y dejó que los micrófonos de la tele captaran su reflexión: “Me acuerdo de mi viejo cuando me traía a la cancha... con 4 años viví mi primera noche como esta de su mano y ahora sé que me está viendo desde el cielo”.

La referencia del DT era para Ramón Jaroslaw, un hijo de checoslovacos, mecánico de instrumental de aviones, su gran pasión, pero que terminó instalando su propio taller de autos en Banfield. También había montado una carpintería de aluminio y, meticuloso en extremo, quiso ordenar unas placas y colocar un paño para evitar que se rayaran, y se le vinieron encima todos los materiales. Falleció casi en el acto. Con 19 años, Ariel perdía a su padre (de apenas 50), a ese que en la épica noche del martes buscó en alguna nube para abrazarse simbólicamente.

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Una historia que se repitió mil veces en las tribunas y en las plateas a lo largo de toda una jornada que representó el presente de un Independiente otra vez de pie pero que, desde los brazos en alto del saludo inicial, el estadio lleno, los gritos de gol y el aliento ensordecedor, rescató los mejores pasajes del pasado.

El festejo del DT siguió en el vestuario, después de que desde los cuatro costados atronara por primera vez en sus once meses como técnico, el “de la mano de Holan la vuelta vamo’ a dar”. Allí, junto a jugadores y cuerpo técnico, cantó, saltó y posó para la foto que subió a Twitter con este texto: “Quiero agradecer el apoyo de esta noche a cada uno de los hinchas del rojo, directivos, a mi CT y a los jugadores por la entrega de siempre. Esto es de todos”.

También hubo un mensaje conmovedor del profe Alejandro Kohan: “Gracias a nuestros jugadores por jugar cuando pueden jugar y por meter cuando hay que correr y defender. Juegan con un combustible extra que no se vende en ninguna tienda de suplementación, se llama PASIÓN y es la ENERGÍA que acerca a los Seres Humanos a sus objetivos”.

Lo mismo pasó con la mayoría de los futbolistas que saltaron al compás de la canción con que los hinchas les reconocen el esfuerzo: “porque los jugadores, me van a demostrar, que salen a ganar, quieren salir campeón, que lo llevan adentro, como lo llevo yo”.

Martín Campaña escribió: “Felicidad total! Orgulloso de este grupo; vamos por más”. Y el venezolano Fernando Amorebieta: “Ya queda menos!! Vamos con todo! Emoción Roja”.

Dentro y fuera de la cancha. En Avellaneda, sus adyacencias y cada punto del donde Independiente seduce corazones, es vísperas de Navidad. Falta poco para ver qué encuentran en el arbolito.

Los aciertos de Dron Ariel

• El último acierto del DT fue ratificar a Gigliotti como titular, después del partidazo de Leandro Fernández ante Racing, por el que muchos creían que merecía la chance de ser titular.

• También, en la revancha con Libertad, tuvo la lucidez de mandar a la cancha a Amorebieta; lo sacó al Tortito y no porque estaba amonestado: era el más bajo que tenía en el campo y había que ser fuerte de arriba.

• Le dio la confianza a Ezequiel Barco, de 18 años, para patear un penal que quemaba, por lo que había en juego y porque el equipo había errado los otros tres que había tenido en la Copa.

• Ahora eligió postergar el partido con Rosario Central, el de este fin de semana, para pensar sólo en la primera final del próximo miércoles. Prefiere, entre partidos de la Copa, jugar el otro sábado (21.30), antes de viajar para la revancha, frente a Arsenal en Sarandí. Seguramente con suplentes.

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Los días que lleva Ariel Holan como DT de Independiente. El 30 de diciembre cumplirá su primer año.