
Fueron las manos de todo un país. Una atajada que valió una clasificación. Para esto está Dibu Martínez, el guardameta de la Selección Argentina que había tenido poco trabajo en los últimos dos partidos pero que ante Australia apareció de manera descomunal para sostener el 2-1 y darle a la Scaloneta el pasaje a los cuartos de final.
En la última jugada del partido, el marplatense salió a achicar en el área luego de que el balón le quede servido al australiano Garang Kuol. Dibu le puso el pecho, amortiguó el disparo que quedó boyando, se dio vuelta y la embolsó para que todo el pueblo argentino respire.
"Sabía que tenía que ayudar a mis compañeros y gracias a Dios los pude ayudar en el final. Terminamos sufriendo pero ahí es donde se ve el equipo. De las batallas se hacen los guerreros. Yo creo que hoy hicimos un pasito más adelante como equipo", declaró el guardameta al respecto tras finalizar el partido.