El “modus operandi” es siempre el mismo: un día se anuncia el comienzo de la venta de entradas, por internet o en boleterías, llamativamente se agotan en muy poco tiempo y en la misma jornada, o al día siguiente, empieza a explotar la reventa en distintos sitios de internet, con valores que triplican, cuatriplican o mucho más el precio original. Pues bien, para la Superfinal que se viene entre Boca y River, el próximo 14 de marzo en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza (la segunda vez que los dos clubes más grandes del fútbol argentino definen mano a mano un título después del Nacional de 1976) los tiempos se han adelantado rayando con la vergüenza: faltan 19 días para el choque y ya en internet se ofrecen entradas generales a 3.000 pesos y plateas a un precio de hasta 17 mil pesos. Y eso que todavía no se anunció el inicio de la venta de entradas y si siquiera el valor de las mismas, aunque trascendió de fuentes vinculadas a la organización que la general costaría 1.500 pesos y las plateas entre 2.000 y 3.000 pesos.
Un escándalo a todas luces, impropio de un fútbol argentino que ha cambiado la conducción de su máximo ente rector hace casi un año (30 de marzo de 2017) con la promesa redentora de terminar con todos los vicios y cosas turbias que dejaron como herencia los 35 años de mandato de Julio Humberto Grondona.
Con la velocidad propia de todo lo que se consume por internet, cada minuto que pasa las cosas cuestan más. El sitio StubHub que hace una semana empezó a ofertar entradas populares para la final de la Supercopa Argentina a 2.000 pesos, ya no tiene por ése valor y por lo mínimo que se conseguía anoche una popular (sea para el sector de hinchas de Boca como el de River) era por 2.999 pesos, casi una “ganga” por cómo viene la mano. Y otras ya tenían el cartelito de agotadas.
Mientras fuentes de la organización de la Superfinal no pudieron precisar aún ni el inicio del expendio ni los precios oficiales, el mencionado sitio mostró un abanico de localidades con plateas cubiertas o descubiertas y hasta las top, representadas por los Plateas Preferenciales.
Las Plateas más baratas se pueden adquirir a valores que van desde los 5.400 pesos a los 7.200.
Pero las “vedettes” son los Palcos Preferenciales, ofrecidos anoche a 17.000 pesos. La justificación desde StubHub, que garantizó la legitimidad de los tickets, es que se trata de entradas que distintas empresas consiguen a través de una preventa.
Así anda hoy el fútbol argentino, preparándose para una final entre Boca y River que no se produce desde hace más de 40 años pero sin poder lanzar de manera transparente el expendio de las localidades. Como en los superclásicos habituales que se juegan por el torneo de primera división.
La pregunta surge inmediata: ¿La AFA mira para otro lado en esta cuestión?
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