Fútbol
Incluso encapuchados, once integrantes de Hinchadas Unidas Argentinas ingresaron al hall central y entregaron en mano y con acuse de recibo un escrito en el que también pidieron por la vuelta de los visitantes.
A caso para confirmar que la violencia ya no es entre barras de distintos clubes, sino puertas adentro con internas sangrientas, ayer Hinchadas Unidas Argentinas -la ONG que nuclea a miembros de las hinchadas radicalizadas del fútbol argentino- se manifestaron desde tribunales hasta la puerta de AFA para entregar un escueto petitorio, de cara al mundial de fútbol.
Enfundados en distintas camisetas de fútbol, sombrillas y toda la liturgia típica acompañada por pirotecnia y bombos, cantaron contra la dirigencia del fútbol en general y por la vuelta del público visitante. Hubo banderas y sombrillas de San Telmo, Chacarita, Deportivo Merlo, Claypole, Tristán Suárez, Berazategui, Los Andes, Temperley y de Gimnasia y Esgrima La Plata, con el número 22.
Tras varios minutos de tensión -al vallado inicial se fueron sumando más efectivos policiales hasta conformar 180 hombres- y negociar con el jefe del operativo que contó con carros hidrantes, 11 hinchas -había representantes de Temperley, Quilmes, Deportivo Cambaceres y Platense- lograron ingresar al hall central del edificio y entregaron en mano un petitorio que el intendente de AFA, Cayetano Ruggeri, firmó como recibido.
En la redacción, solicitaban 650 entradas para el Mundial; garantizaban a cambio buena conducta y exigían que no prospere el pedido de informes de la Policía brasileña con la situación judicial de algunos interesados en viajar y, entre los ítems más salientes, la vuelta del fútbol visitante.
Con la tarea cumplida, los aproximadamente 300 hinchas cantaron el himno y de apoco descongestionaron la zona. En una de las esquinas, un grupo dirimió cuestiones del momento o que habían quedado en el tintero a las trompadas. Una sutileza que graficó a la perfección el momento: los mismos violentos que privan al fútbol del público visitante cortaron más de una hora la calle para pedir que levanten la prohibición. Los mismos que se comprometieron a conservar la compostura en Brasil, se reventaron a piñas minutos después de pedir las 650 entradas de favor, que desde AFA aseguraron que no serán otorgadas.
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