Messi y la Selección ponen a Rusia en el epicentro del interés Mundial, aunque no es lo único a destacar entre lo que se viene para los deportistas albicelestes.

Brasil 2014 le devolvió el protagonismo a Argentina en una Copa del Mundo y la vara quedó alta para un Seleccionado que tendrá generacionalmente la última chance de ser campeón con su mejor exponente en plenitud.

Hay años olímpicos, años de Panamericanos y también, de Mundiales de fútbol. 2018 se nos presenta en esta última variante, como atractivo principal pero no excluyente, para los argentinos. La gran mayoría de los deportes tendrán un año de competencias standard y otros obligarán a sus deportistas a la máxima exigencia. El Mundial de Rusia copará la parada entre junio y julio, pero los Juegos Olímpicos de la Juventud, con sede en Buenos Aires, en octubre, concitarán otra cita que no pasará desapercibida en la opinión pública. Como tampoco seremos indiferentes al camino del equipo de Copa Davis rumbo al regreso al Grupo Mundial, que recorrerá entre abril y setiembre, y en lo que respecta a una temporada tenística que Juan Martín del Potro se apresta a iniciar y que promete intensidad en verlo pelear por volver a ser top-ten y también, en cómo le irá a otros legionarios como Diego Schwartzman, revelación y Olimpia de Plata 2017. El automovilismo, el básquetbol, el vóleibol, el hockey sobre césped y el handball también llamarán la atención, en otro año deportivo que se presume intenso.

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La Copa del Mundo volverá a ser una obsesión para el ambiente futbolístico argentino. Brasil 2014 le devolvió a la Argentina un protagonismo en instancias definitorias que había perdido y también la autoestima, aun sufriendo el sabor amargo de una final perdida ante Alemania, con un gol de Gotze a los 113 minutos luego de desperdiciar situaciones de gol clarísimas y un arbitraje del italiano Nicola Rizzoli perjudicial. Lionel Messi no pudo acreditar su primer título Mundial con el seleccionado, pero el equipo se ganó una consideración acorde a la historia de la albiceleste.

Quedó una deuda pendiente. Porque la vara volvió a quedar alta y dos Copas América perdidas ante Chile no sólo no apagaron el fuego sino que lo avivaron. Y es así como Rusia es el gran desafío para un grupo y una generación que tendrá la última oportunidad de marcar su nombre en la gran historia mundialista. Siempre con Me-ssi como estandarte. Imposible imaginar un Mundial sin él. A una Selección Argentina sin él. Esperamos que la dirección técnica de Jorge Sampaoli sepa armar un conjunto que potencie al mejor futbolista del mundo y que no que dependa pura y exclusivamente de él.

Desde el 14 de junio los argentinos volveremos a vibrar con la celeste y blanca jugando en el máximo nivel, al que le costó tanto llegar a través de una eliminatoria traumática. ¿Será uno de los animadores de la última jornada, el 15 de julio? ¿Será Rusia por fin el Mundial de Messi? ¿O Argentina tocará los 32 años sin alzar la copa? Será el gran acontecimiento deportivo del año. Con todas sus implicancias. Y consecuencias.

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