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Desde un palco del Santiago Bernabéu, el delantero del Atlético de Madrid sacó a relucir su inesperado fanatismo por Boca
¿Antoine Griezmann es un tipo muy sentimental o es un poco vende humo? Al francés le gusta mucho ser noticia por sus goles y también por sus “gestos sudamericanos”.
Un poco influenciado por sus compañeros de plantel uruguayos o argentinos, el crack del Atlético de Madrid absorbió muchas costumbres como tomar mate o disfrutar de las competiciones futboleras de nuestra región. Y, esta tarde, desde su palco en el Estadio Santiago Bernabéu, no iba a ser menos.
A diferencia del Mundial de Rusia en la que eligió no gritar su gol a Uruguay por su afecto hacia la que considera “su segunda patria”, el delantero se puso la casaca de Boca y sacó a relucir su fervor “rioplatense”. ¿Cómo? Insultando a los jugadores de River.
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