El "lo ganó de punta a punta" no le sienta a este equipo. Es que a Telmo, de arranque, le costó. Si bien pudo mantener la base de aquella formación que venía de quedarse en las puertas del ascenso, algunas diferencias entre el cuerpo técnico y los dirigentes complicaron la pretemporada. No se hizo como al técnico le hubiese gustado y eso repercutió en el arranque.
En esas primeras jornadas se mantuvo gracias a la solidez defensiva sustentada en un Sebastián Anchoverri que por momentos le puso la faja de clausura a su arco y 'bancó los trapos' cuando todavía la puntería no estaba del todo afinada.
Sin embargo, a medida que fueron pasando las fechas encontró esa regularidad que necesita todo equipo campeón. Creció la figura de
Claudio Galeano -el distinto del campeón-, se hizo inexpugnable en la Isla Maciel y comenzó a sumar en condición de visitante, algo que le venía siendo esquivo. Jorge Franzoni encontró el once ideal y, aprovechando el bajón de Talleres -que marcó el rumbo durante gran parte del torneo- pegó el zarpazo.
Después de un 0-3 con Midland, en la fecha 24, el Candombero hizo un click. La dura derrota en Libertad terminó siendo el punto de inflexión, porque a partir de ahí no detuvo su marcha. No volvió a sucumbir. Y cuando alcanzó la cima, nunca más se bajó. Se aferró tan bien a ella, que ni siquiera le dio posibilidades al resto de acercarse.
El desahogo llegó cuando
Lucas Comesaña le puso final a un partido intenso, que el dueño de casa siempre pareció tener controlado, aunque la falta de contundencia hizo que el suspenso se mantenga hasta el minuto 93. Pero ese gol de Berazategui que se gritó con todas las fuerzas en la Isla,
El festejo, que hacía mucho se venía postergando por la Isla Maciel, se concretó cuando por los altavoces se anunció el final en Escalada, con un 1 a 1 que terminaba con la ilusión del elenco Tallarín.
Desde haber perdido la categoría, allá por abril de 2013, que San Telmo no podía sonreír. Estuvo cerca en el último torneo, pero Dock Sud le pegó un trompazo en el Reducido y lo dejó con las ganas de pegar la vuelta.