Pese a las garantías brindadas por el presidente de la Nación, Mauricio Macri, los máximos directivos de Boca y River se mostraron reticentes a jugar con público visitante las dos finales de la Copa Libertadores y, aunque no lo confirmaron, es muy probable que el lunes decidan anunciarlo oficialmente.
Daniel Angelici, titular de la entidad xeneize, afirmó anoche en la inauguración de la peña de Pehuajó que “el lunes nos reunimos con D’Onofrio pero es muy probable que decidamos jugar sin publico visitante y haciéndonos responsables de la decisión que tomemos. Queremos analizar el fin de semana y el lunes ver cuales son los pro y cuales son las contras y ahí tomar de forma conjunta la decisión".
Y agregó: "El Gobierno nos garantiza la seguridad, pero nosotros tenemos que evaluar la capacidad del sector visitante y otros asuntos. Por contrato, el club que llega a la final debe darle 700 plateas a Conmebol y también a los sponsors. Si perdemos 4000 entradas para los visitantes, más 1500 del pulmón, es dejar a 5500 hinchas de Boca afuera”.
Por su parte su par de River, Rodolfo D’Onofrio, aseguró que “estamos sorprendidos porque vimos a Central y Newell’s, en cancha de Arsenal, sin público. Que se pueda tener visitantes en un River-Boca es algo que nos sorprende”.
Además, el máximo dirigente millonario recordó que en 2017, por las semifinales de la Libertadores en las que River enfrentó a Lanús, ambos clubes intentaron coordinar la concurrencia de público visitante, pero la Ciudad de Buenos Aires no aceptó.
“El 31 de octubre del año pasado habíamos acordado con el presidente de Lanús que iba a haber visitantes en ambos partidos y nos dijeron que no había seguridad suficiente”, contó, en diálogo con Radio Continental.
Y en ese sentido, agregó: “Si en un año se ha logrado esto me alegraría porque en Argentina se estaría viviendo en un país más seguro. Sería bueno que nos cuenten que pasó para que las cosas cambien”.
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