Con la excusa del Superclásico que definirá al campeón de América, en el almuerzo se tejieron relaciones que confirman el apoyo político del continente para la conducción de la FIFA y las decisiones de cara al próximo año.
En un exclusivo restaurante, Infantino se sentó a la derecha de Tapia y ambos frente a Domínguez, quien tuvo a su izquierda a Daniel Angelici y su derecha a Rodolfo D’onofrio. Los diez dirigentes restantes -entre ellos los vice de River Jorge Brito y Dario Richarte, de Boca-, se acomodaron en la escueta mesa, donde se “picaron” temas diversos, entre ellos el próximo mundial de Qatar y la dinámica de la próxima Libertadores.
En la mesa Infantino recibió el apoyo de la Conmebol y Concacaf, el bloque americano en pleno, que fue alentado por el suizo a integrar sus competiciones internacionales entre las asociaciones para refinar el negocio de las principales competencias continentales.
Infantino estará el sábado en el Monumental y también lo harán otros directivos de distintas federaciones como el presidente de la MLS, Mark Abbot; el de la Federación Mexicana, Yon de Luisa; y el de la Concacaf, Víctor Montagliani.
El titular de la FIFA participará de la premiación y luego retornará a Suiza, para volver al país para participar de una reunión en el G-20 que se celebra en Buenos Aires.
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