Vélez no había comenzado con buenas noticias la competencia, pero hilvanó tres triunfos consecutivos y se clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores. Gracias a las apariciones de Tarragona y Almada, el equipo de Mauricio Pellegrino derrotó 2-1 a Unión La Calera por la quinta fecha del Grupo G y logró el pasaje a la próxima fase después que Flamengo y Liga de Quito igualaran 2-2 en Brasil.
De esta manera, Vélez se convirtió en el cuarto equipo argentino clasificado a los cruces. Sólo quedan por avanzar River y Boca.
Con muestras de haberse recuperado prontamente de la eliminación en su propia casa a manos de Racing por la Copa de la Liga Profesional, los velezanos salieron al campo con la intención de golpear de entrada y lo consiguieron cuando el reloj apenas marcaba dos minutos de juego. El protagonista del primer grito fue Cristian Tarragona, quien definió cruzado en el borde izquierdo del área una habilitación que Janson le ofreció luego de trasladar por el carril del medio.
Sin embargo, poco le duró la alegría al anfitrión, porque a los 8 del periodo inicial el peruano Luis Abram dejó corto un despeje de cabeza dentro del área que Jeisson Vargas aprovechó con una fenomenal volea para igualar las condiciones y poner a la visita en partido rápidamente. Vélez sintió el baldazo del empate en un comienzo intenso que antes de los cinco minutos ya tenía dos goles, pero supo sostener su rendimiento y marcar la diferencia.
El potencial futbolístico del local explotó a cinco minutos del final de la primera etapa, cuando Ortega envió un centro rasante desde la izquierda que Thiago Almada se encargó de empujar por el segundo palo, luego de una impecable proyección de Federico Mancuello por el centro de ataque. Así, el juvenil de Fuerte Apache se tomó revancha de una maniobra individual que había realizado algunos minutos antes, con un disparo a colocar que fue desviado por un manotazo salvador del arquero visitante Alexis Martín Arias.
Ya en el complemento, los dirigidos por Pellegrino generaron dos inmejorables situaciones para estirar la ventaja, pero el golero argentino de la visita hizo un buen trabajo para negarle los festejos a Mancuello y Bouzat en zona de peligro. Mientras tanto, los Luca Marcogiuseppe carecían de argumentos claros para lastimar al Fortín y, salvo algunos esporádicos avances, no intimidaban el fondo rival.
Manejó el desenlace con criterio e inteligencia y logró quedarse con tres puntos vitales el elenco de Liniers, que tras recibir un guiño desde Brasil, selló uno de los objetivos del semestre luego de que el campeonato doméstico se le escapara como arena entre las manos.
comentar