Tensiones a mil y las polémicas que no suelen faltar en un Superclásico. Finalizando un buen primer tiempo en el que logró dominar las acciones, River Plate encontró la ventaja a los 41 minutos por un gol de Salomón Rondón, pero todos en Boca Juniors rápidamente saltaron para reclamar una falta previa.
El tanto fue casi que de casualidad, por un remate desde afuera del área de Enzo Pérez que pegó en Rondón y así logró batir a Sergio Romero. Sin embargo, mientras el Millonario festejaba, el Xeneize se le fue a los humos a Andrés Merlos, el árbitro del partido.
Es que la jugada comenzó con un pelotazo desde el fondo de Boca que Paulo Díaz cabeceó ganándole la pulseada a Marcelo Weigandt. En ese duelo hubo foul del chileno, que impactó con el brazo en la cara del defensor local, pero que Merlos no advirtió.
¿Por qué no lo llamó el VAR? Es que el reglamento de la herramienta indica que sólo puede interferir en acciones que formen parte del APP (fase de posesión de ataque) del gol, y en la cabina consideraron que esa falta de Díaz no estaba involucrada dentro del ataque que terminó en gol de River.
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