La muerte de una deportista pampeana tras inyectarse vaselina para aumentar el tamaño de sus pechos reafirma los riesgos de las cirugías plásticas clandestinas y especialistas alertaron que, en general, esas prácticas son realizadas por peluqueros o cosmetólogas que ofrecen una tarifa mucho más económica que la intervención convencional.
Sonia Pérez Llanzon, una atleta de 39 años, murió en un hospital de la ciudad de Santa Rosa al sufrir una embolia pulmonar causada porque se aplicó vaselina en sus pechos. La joven tenía una intensa actividad deportiva como corredora de maratones y boxeadora, que matizaba con un esmerado cuidado de su figura.
La víctima fue internada en el área Clínica Quirúrgica del Hospital Lucio Molas donde había ingresado por serias lesiones en las mamas. Si bien en un primer momento se pensó que se trataba de golpes, enseguida comenzó a manifestar dificultades respiratorias. Mientras se mantenía consciente, la mujer en primer lugar no adjudicó su grave cuadro a ninguna circunstancia especial, aunque al final terminó confesando que se había inyectado vaselina en las mamas. La vaselina había penetrado en el torrente sanguíneo dificultando la respiración de la paciente, por lo que al cabo de un mes de internación, la mujer murió como producto de una embolia pulmonar.
El titular del área Clínica Quirúrgica del hospital, el médico Julio Plá Cárdenas, aseguró, en declaraciones al Diario de La Pampa, que "la vaselina es un líquido oleoso, que se hace con petróleo, muy denso" y que "el organismo tiene anticuerpos para remover bacterias y virus, pero con este tipo de elemento no tiene mecanismo". Remarcó que la mujer fallecida no brindó datos sobre el lugar en el que se realizó la operación que finalmente terminó con su vida.
En este sentido, Enrique Gagliardi, ex presidente de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires, explica que "aún no se sabe si la vaselina fue autocolocada o se la inyectó otra persona. Generalmente lo colocan peluqueros o cosmetólogas. Sería de una negligencia extrema que haya algún médico involucrado porque hay estudios que constatan la peligrosidad de inyectar estas sustancias en las mamas".
Además de vaselina, también se suele inyectar aceite de auto en pechos y glúteos, según asegura el experto. "Esta contraindicado utilizar estas sustancias, hay riesgo de muerte. Puede generar una embolia, abscesos, inflamaciones o algo fatal", sostuvo Gagliardi.
Años atrás trascendieron los casos de algunos travestis que fallecieron tras hacerse inyectar aceite de auto para mejorar el aspecto de sus glúteos. "Estos casos se presentan en congresos médicos y también los observamos en los hospitales. La mayoría de las veces se utilizan sustancias similares a la silicona", agrega.
Las personas dispuestas a someterse a estas intervenciones son seducidas por el bajo costo de las mismas con la promesa de un resultado similar al de las cirugías plásticas convencionales. "Un delincuente, porque comete ejercicio ilegal de la medicina, les puede cobrar $500 pesos. Y hoy sólo la prótesis de silicona para un implante mamario cuesta $ 10 mil sin los honorarios del cirujano plástico", indica Gagliardi. Por último, lamenta que "hay mucha ignorancia al respecto por lo que las autoridades deberían alertar sobre este peligro".