El titular del subterráneo de Buenos Aires, Eduardo de Montmollin, admitió que los trenes que se compraron para la Línea B de la ciudad llegaron con un manual técnico en el que se detalla la presencia de material cancerígeno, pero no fue leído debido a que consideraron que los vagones estaban en condiciones óptimas.
El material ferroviario -modelo CAFF 5.000- adquirido del Metro de Madrid en 2011 por el entonces Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri arribó a Buenos Aires como usados y sin certificaciones que negaran sobre el componente tóxico.
“Es cierto que hay documentación que dice eso pero no había manera de validar si eso era cierto. La documentación técnica de un tren pueden llegar a ser manuales así (grafica con las manos en alto) y de repente lo que dice eso es una letra chiquita en la página 473 del tomo 4 del manual de descripción de partes”, detalló en un informe emitido por la CNN.
Asimismo, de Montmollin aseguró: "Compramos los trenes asumiendo que estaban en condiciones, ya que a nivel de Unión Europea hay una ley que prohíbe la comercialización de equipamiento con esta sustancia".
“Hoy, con el diario del lunes, ¿esos trenes tendrías que haber venido con ese certificado? Bueno, el certificado no existió y de nuestro lado no existió una exigencia. No fue un tema de discusión”, admitió.
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