Aumentó 57% la cantidad de locales comerciales inactivos

El relevamiento fue efectuado durante noviembre y diciembre de 2018 y en términos interanuales -comparando con noviembre y diciembre de 2017- muestra un alza de 57% en la cantidad de locales desocupados.

“En comparación con la medición previa, los locales cerrados registraron una suba de 21%, mientras que los que se encuentran en venta crecieron 100% y los que se alquilan registraron un aumento de 2,2%”, detalló la entidad en su informe.

La medición de la cámara se realiza desde 2014 e incluye a las principales arterias comerciales porteñas. En el último relevamiento se registraron disminuciones en dos áreas: en la avenida Córdoba (altura 4000-5300) y en la peatonal Florida, la cantidad de locales sin actividad bajó de 31 a 26 y de 21 a 19, respectivamente.

Por el contrario, en las avenidas Pueyrredón, Cabildo, Santa Fe, Rivadavia, Avellaneda y Corrientes, la cantidad de locales inactivos se incrementó.

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“Se trata de un dato duro que refleja más que ningún otro el efecto de la crisis económica en el pequeño y mediano comercio”, destacó Pedro Cascales, vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

El dirigente explicó que hay una sensación indudable de que hay cierres, pero esa realidad es difícil de mensurar ya que puede deberse a rotación de rubros y reubicaciones que no siempre implican una cesación de la actividad.

“Nosotros tenemos medido una caída de 6,9 % para nuestro sector en general comparado con 2017 y en particular para el comercio relevamos que 50% de las pymes trabajan a pérdida; el 20% no ganan ni pierden y sólo el 30% obtiene ganancias”, señaló.

Para Cascales, “esta realidad es la suma de siete años de caída en los que se refleja el alto costo financiero, la suba de tarifas y el impacto de salarios y alquileres en la actividad”.

Con respecto a los alquileres Cascales destacó la necesidad de flexibilizar las condiciones de renovación “porque de lo contrario muchos propietarios pueden terminar con sus locales vacíos por un tiempo prolongado”.

“Los que están bien asesorados flexibilizan sus contratos y se dan cuenta de que es mejor negocio bajar las exigencias en época de crisis y conservar su inquilino”, consideró.