Café para pocos: hay subas de precios y problemas de stock

"El café con los argentinos tiene un anclaje cultural, sentimental, simbólico y tradicional. Y ese vínculo no se traduce en cuestiones concretas o materiales", explica el periodista y sommelier Nicolás Artusi en diálogo con Popular. De todos modos, esa costumbre se ve afectada en estos días por dos razones de peso: la suba constante de precios y las dificultades para importar.

ADEMÁS: YPF: la Argentina deberá pagar US$16.000 millones en enero

Un informe privado que circula entre empresarios de grandes superficies y comercios de cercanía registró aumentos superiores al 100% en el valor del café del 10 al 17 de diciembre pasado. En esa línea, el presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires, Fernando Savore, advierte a este medio que en las últimas tres semanas hubo incrementos por encima del 50% en dos grandes marcas del sector.

"Después del balotaje, se produjo un salto de precios de entre el 25% y 30% en todos los productos, entre ellos el café. Pensábamos que ese era el techo, pero la semana pasada nos encontramos con nuevos aumentos en los mayoristas. Antes de la segunda vuelta, vendía un frasco de café instantáneo de 170 gramos a 1.690 pesos. Y hoy lo tengo a $3.000", detalla Savore ante una consulta de Popular.

ADEMÁS: El tiempo en el AMBA: ¿cómo estará la Nochebuena y Navidad?

"Hay dos empresas importantes del sector: La Virginia y Nestlé. Y ambas fueron aplicando subas de precios luego del 21 de noviembre. Primero, un 35% y, después, un 25%. Hace siete meses nos asustaba una inflación del 6% o 7% por mes, después pasamos al 12% y ahora ya no sé cómo medir los incrementos", agrega.

En cuanto al abastecimiento, los mayoristas todavía tienen stock de café, mientras que en algunas de las principales cadenas de supermercados se terminaron las entregas y hay faltantes.

Café: cambios y dificultades para importar

El café es un commodity y todo lo que se bebe en la Argentina se importa de Brasil, Suiza, Colombia, Honduras, Italia y el Reino Unido, según datos de un estudio privado. "Hay nuevas inquietudes de los consumidores que viajan, ven películas, se enteran del café de especialidad, y así se explica la proliferación de cafeterías en estos últimos años", cuenta Artusi, autor de ‘Manual del Café, guía definitiva para comprar, preparar y tomar’; y ‘Diccionario del Café, la bebida más amada y odiada del mundo de la A a la Z’, entre otros libros.

Ese interés, sin embargo, choca con un presente complejo y un futuro incierto de esta industria. En octubre pasado, el café fue retirado de la lista de productos importados esenciales, por lo que dejó de estar exceptuado del plazo de 180 días de pago al exterior.

notacaf2.jpg

Los cambios en las disposiciones para importar también generaron aumentos de precios en las cafeterías.

Así, quienes compran el grano verde -sin tostar- deben pagarlo dentro de seis meses o más al valor al que esté el dólar en ese momento. Esto cobra especial relevancia en un contexto de devaluación en que el tipo de cambio oficial dio un salto del 118%.

¿Cómo cotizan los importadores el café que les venden a los tostadores? A dólar MEP, un punto medio entre el oficial —al que venían comprándolo hasta la resolución emitida en octubre— y el dólar futuro. Es decir, a $966,82 por dólar, según la cotización de este viernes.

ADEMÁS: Caso Lucio Dupuy: absolvieron a la jueza que le otorgó la tutela a sus asesinas

Las trabas para importar derivaron en un alza de precios que impactó en las cafeterías gourmet. "En alrededor de 40 días tuvimos un aumento del 100%. Una semana hubo subas del 20%, después del 10% y así hasta llegar a un precio elevado. Nosotros pagábamos 9.000 pesos el kilo de café ya tostado y ahora estamos abonando $18.000. Y sé que hay colegas que pagan hasta $24.000 el kilo", asegura Emiliano Escudero, uno de los dueños y fundadores de Usina Cafetera, la cadena con siete locales ubicados en Villa Urquiza, Recoleta, San Isidro, Palermo Nuevo, Palermo Hollywood, Villa Crespo y Belgrano.

"Si bien todo el año atravesamos una inflación alta, no hay otro producto que haya tenido un 100% de aumento en poco más de un mes. Es una complicación. Históricamente, la gente dice 'nos tomamos un cafecito y charlamos', como algo rápido, sencillo y económico. Y eso ya no está pasando", considera el empresario en diálogo con Popular.

ADEMÁS: Ricardo Canaletti se cruzó con el Pelado Trebucq: "¿Quién carajo sos? ¡Boludo!"

El efecto del aumento no es lineal en los bares y cafeterías: una taza no sólo lleva grano molido, sino también agua y a veces leche. A eso se suma el costo del vaso descartable. "Si bien el valor final de la tasa aumentó, básicamente lo que le pasa al comercio es que pierde rentabilidad", lamenta Escudero.

Y cierra con una mirada incertidumbre a futuro: "Pensar que un latte en febrero va a costar 3.000 antes podía ser una locura. Y ahora no lo sé".